Dentro
mío, estuvo silencioso todo el día:
Esperé
hasta la medianoche por un sonido.
Fuera
de mí, estuvo ruidoso todo el día:
Esperé
toda la noche por el silencio.
El
poder del Tao es el sonido.
El
potencial del Tao es el silencio.
Se
dice que incluso si uno escucha al Tao
antes
de que termine el día, entonces
el
día ha sido valioso. Incluso si uno escucha
sobre
el Tao antes de que la vida termine,
entonces
la propia vida ha sido valiosa.
Pero
a veces toma un largo tiempo escuchar
sobre
el Tao. Hay días en que el Tao
no
se manifiesta en seguida.
Parece
que cuanto más quieres amar,
más
es el odio que te tienta.
Cuanto
más quieres ser puro,
más
negatividad te persigue.
Cuanto
más quieres serenidad,
más
es el caos que te ataca.
Los
comunes tienen problemas corrientes.
Quienes
persiguen el Tao luchan
contra
fuerzas titánicas.
¿Qué
puedes hacer más que aceptarlo y perseverar?
Si
eso te inquieta, no sólo habrás pasado
El
día lejos del Tao, sino que además habrás arruinado ese día con confusión emocional.
Algunas
veces el Tao no aparece sino
hasta
el final mismo del día. Tal vez es sólo
que
estás más relajado y has puesto a un lado
todas
tus preocupaciones.
Tal
vez el Tao es caprichoso.
Es
difícil decirlo. Cuando el Tao sí viene,
es
como que recién ahora estés oyendo
un
verdadero sonido. Cuando sí viene,
te
invade tal sentimiento de serenidad
que
acalla todos los ruidos del día.
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