RESPIRACIÓN
Respiras,
Escarchando
montañas de blanco,
Provocando
a los árboles verdes llamas,
Haciendo
bailar gorriones en tus alas,
Arremolinando
olas en largos suspiros.
Respiras,
Y
todas las cosas viven.
Un
concepto central para el Tao es la respiración. Sin respiración, no hay vida.
La
complejidad
de esta idea es grande, en efecto. Respiras; eso te trae oxígeno.
Respiras;
eso te sustenta. Respiras; eso regula el latido de tu corazón, alimenta
tu
cerebro, pone roja tu sangre. Más profundo aún: respiras, y el campo de energía
entero
de tu cuerpo es sustentado y puesto en movimiento. Cuando ese campo, tan
íntimamente
ligado a la respiración, está integrado con tu mente, tienes el poder
de
la espiritualidad. Aliento. No pienses insensiblemente sobre ello como un mero
gas.
Así
como nosotros respiramos, también el universo respira. De hecho, podemos pensar
de
todo el medio de vida como respiración. Cuando el mundo respira, todas las
cosas
son
sustentadas. El clima se mueve como debería. Las plantas crecen como deberían.
Los
animales se fortalecen. Las fuerzas de la geología misma son puestas en
movimiento.
Y junto con ello, es generado un poderoso campo de energía, en una
versión
mucho más grande de lo que pasa en tu propio cuerpo. Conectado a ese campo
está
la mente universal.
¿Quieres
saber cómo funciona la espiritualidad? Respira.
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