DESPREOCUPARSE NO ES SER IRRESPONSABLE


Nuestra sociedad tiene sentimientos encontrados con la gente despreocupada: también les gustaría despreocuparse y a la vez genera indignación, debido a que se asocia despreocupación con irresponsabilidad, y no falta quien se angustia ante tanta calma.

 En el entorno acelerado en el que nos movemos, una persona que derroche imperturbabilidad y relax, es posible que nos ponga los pelos de punta, como un automóvil que va a contramano y el conductor saluda sonriente a los que vienen en sentido contrario.

 En todo caso, si tu mente suele navegar con frecuencia en el reposo, la evaluación negativa de tu entorno no tardará en llegar. Tu "pachorra existencial", así tenga visos de sabiduría, será considerada probablemente como apatía, falta de juicio, frialdad, desinterés o desmotivación crónica, en fin: serás mal entendido por ambiciosos e hiperactivos de turno.

 La despreocupación adaptativa es el arte de volverse nebuloso para los problemas irracionales y actuar cuando la situación lo requiera realmente. Nebuloso significa que cuando lleguen "dificultades no importantes", dejarás que te atraviesen y sigan de largo. No permitirás que te impacten.La despreocupación responsable no es desprenderse de todo y convertirte en un "indiferente de tiempo completo": es hacerte cargo de aquellas cosas que verdaderamente te interesan y son relevantes.

 En un mundo donde la gente corre, tú caminas; donde todos gritan, tú susurras; donde nadie mira, tú contemplas la existencia; donde todos caen víctimas de la moda, tú la inventas para ti. Serás muy raro para el statu quo.El despreocupado responsable no es egoísta.Cuando se compromete, es fiel a sus principios y cuando no, desaparece.¿Políticamente incorrecto? Pienso que no. ¿Acaso tenemos la obligación de aceptar todo lo que nos impongan?

 El despreocupado responsable, no se anticipa a las catástrofes, a los modelos ansiosos y al control compulsivo. Su actitud conlleva una apuesta cognitiva por el bienestar, por lo saludable, por la no competencia, por la no comparación.

 No dramatiza ni ve nubarrones negros donde no los hay. Su máxima: el realismo, y darle tiempo al tiempo.


 Prudencia, paciencia, pero no pasividad.

 Si quieres hacer las paces con el futuro, adopta el estilo de la despreocupación responsable. Aunque no seas el "rey de la predicción", sabrás que vas por el buen camino: el de la "desobediencia emocional", que implica no aceptar estilos emocionales poco saludables, como es el caso de la ansiedad catastrófica.

 Hay que aprender a relacionarse con el presente sin desesperación y sin angustias innecesarias. ¿Por qué no te animas?

 A lo mejor un "fabuloso despreocupado" anida en ti, listo a manifestarse, si le das permiso.



Walter Riso.


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