Las mejores
fuentes de calcio en la dieta
Hay grandes
diferencias entre el contenido nutricional de la leche humana y otras leches
(como la leche de vaca o cabra), estas últimas contienen: más proteínas y sales
minerales; y menos grasas y carbohidratos. Es lógico que el contenido de
proteínas y minerales sea mayor en estas leches, ya que la vaca y la cabra
crecen a un ritmo más rápido que el humano.
En la leche
humana prevalece la lactoalbúmina, la que además de poseer un altísimo valor
biológico es de fácil digestión, por el contrario, en las otras leches
prevalece la caseína que tiene un modesto valor biológico y es de díficil
digestión. Un 80% de la proteína de la leche de vaca es caseína, contra el 40% en la humana.
Por otra
parte, la leche humana contiene una mayor proporción de grasas, además de que
se diferencia en su calidad por un mayor porcentaje de ácidos grasos
insaturados. También contiene los ácidos grasos esenciales docosaexaenoico y el
ácido araquidónico, a los cuales se les atribuye una importante participación
en el desarrollo de la capacidad intelectual de los niños.
La leche
humana contiene también factores de protección, como la inmunoglobulina IgA,
que son anticuerpos maternos que le brindan al lactante una inmunidad pasiva.
Son muchas
las diferencias que se pudieran citar, además de las ventajas higiénicas y
sicológicas, que justifican el uso
exclusivo de la leche materna en los primeros meses de vida.
Por otra
parte, se conoce que la alta cantidad de proteínas que contiene la leche
provoca una producción de residuos
metabólicos ácidos que desencadenan los denominados “efectos tampones”, los cuales tienen el objetivo
de restituir el pH de la sangre; uno de estos efectos se logra mediante la
salida del calcio óseo, por lo cual la leche pudiera tener un efecto
desmineralizante en comparación con aquellos alimentos que dejan una menor
cantidad de residuos ácidos o que tienen un menor poder acidificante (como los
cereales integrales y las verduras). También es conocido que el exceso de
proteínas produce un aumento de la excreción renal de calcio (calciuria), lo
cual puede favorecer la producción de cálculos renales.
El contenido
de calcio de la leche humana es solamente una cuarta parte del que contiene la
leche de vaca, y sin embargo es el alimento ideal, más adaptado a las
verdaderas necesidades nutricionales del niño menor de un año; etapa de la vida
en la cual se crece a una mayor velocidad.
Si se
integran estos resultados se pudiera concluir que el consumo de leche no es la
recomendación ideal para la prevención o detención de la osteoporosis. Hay que
buscar un calcio con mayor efectividad en otras fuentes alimentarias que tengan
un mayor poder alcalinizante.
Adicionalmente
hay que tener en cuenta otras enfermedades que pudieran ser estimuladas por el
consumo de leche, como: Diabetes mellitus, alergias, asma, intolerancia a la
lactosa, dermatitis atópicas, otitis, rinitis, hiperlipidemias, hiperuricemia,
trastornos renales, aterosclerosis, enfermedad cardiovascular, enfermedad
cerebrovascular, entre otras.
Hay
evidencias crecientes de que la diabetes mellitus tipo I tiene una fuerte
relación con el modo de alimentación en las etapas iniciales de la vida. Se ha
encontrado una asociación directa con el consumo de leche de otros mamíferos y
el desarrollo de esta enfermedad; se sugiere que el consumo de estas leches
puede desencadenar un proceso autoinmune dañando las células beta del páncreas.
A esta información se añade que se ha encontrado una incidencia menor de
diabetes mellitus tipo I en los países que tienen una menor ingestión de leche
y en general una menor ingestión de proteínas de origen animal.
En relación
con la intolerancia a la lactosa se conoce que hay un alto porcentaje de la
población que no logra producir la enzima necesaria para procesar la lactosa
contenida en la leche, principalmente las personas de origen asiático o
africano, lo cual provoca una amplia gama de manifestaciones negativas a nivel
gastrointestinal como flatulencias y diarreas. Para aquellos que pueden digerir
la lactosa ésta se descompone en dos azucares simple: glucosa y galactosa. La
galactosa se ha implicado en el desarrollo del cáncer de ovario y de las
cataratas. Los niños pequeños amamantados tienen una enzima que puede romper la
galactosa, pero con la edad se pierde esta capacidad. Por otro lado se
describe que ciertas proteínas de la
leche pudieran atravesar en forma intacta la barrera absortiva del intestino
provocando múltiples manifestaciones alergénicas a diferentes niveles del
cuerpo.
El exceso de
proteínas que contiene la leche somete también a los riñones a un trabajo
excesivo de filtración y excreción de todos los residuos metabólicos dados por
la desaminación, lo cual puede conducir a alteraciones de la función renal.
También se ha observado que la leche puede provocar microhemorragias a nivel
digestivo favoreciendo el desarrollo de la anemia, posiblemente debido a una
reacción frente a las proteínas contenidas en la leche.
La leche
entera es rica en colesterol y grasas saturadas, por lo que su consumo puede
beneficiar el desarrollo de la aterosclerosis y la enfermedad cardiovascular.
Este efecto indeseable ha conducido a la recomendación de preferir el consumo
de leches desgrasadas o semidesgrasadas, aún así, estas leches favorecidas no
se escapan a las consecuencias negativas anteriormente descritas.
A estos
efectos hay que añadir los que pudieran producirse debido a todas las
manipulaciones químicas, físicas y de otra índole que sufren las leches en la
actualidad; la mayoría de estas
manipulaciones son negativas y se inician con el tipo de alimentación
animal empleado (piensos tratados químicamente) y los tratamientos que reciben
los animales (hormonas, antibióticos, antiparasitarios, etc.).
Un desayuno
macrobiótico típico, conformado por 100g de arroz integral (300g cocinado) y
25g de sésamo (ajonjolí), en comparación con un vaso de leche de vaca entera,
contiene una cantidad de calcio similar y una mayor cantidad de magnesio, 200
mg en comparación con solamente 30 mg
aportado por la leche de vaca. Si se reconoce como válido que el
magnesio es necesario para la utilización biológica del calcio entonces pudiera
decirse que el calcio que aporta esta
propuesta de desayuno es más eficiente para la prevención de la osteoporosis.
Esta
propuesta de desayuno cubre prácticamente entre la quinta y la cuarta parte de
las necesidades de energía, proteínas y grasas de una mujer tipo. También tiene
un aporte considerable de otros nutrientes, como el hierro, la tiamina y el
magnesio.
Este
desayuno en comparación con la leche de vaca resulta más sano, la grasa que
contiene es de mejor calidad, tiene un mayor contenido de tiamina, niacina,
piridoxina, hierro, magnesio, similar contenido de calcio y es más económico.
Por su valor nutricional puede contribuir a combatir muchas deficiencias
nutricionales, entre ellas la anemia por deficiencia de hierro y las
deficiencias de vitaminas del complejo B, particularmente la de tiamina, además
de que puede ayudar a prevenir el desarrollo de la osteoporosis o a detener su
proceso.
En la
macrobiótica se ofrece la leche materna al niño hasta el momento de la
dentición, luego se brinda colada de arroz solamente o con vegetales o con
frutos secos (como la almendra). Fuentes de calcio en la macrobiótica son: los
cereales integrales, las leguminosas, las semillas y los frutos secos, las
algas y las verduras.
COMPARACIÓN
ENTRE EL CONTENIDO NUTRICIONAL DE UN DESAYUNO MACROBIÓTICO TIPICO Y UN VASO DE
LECHE DE VACA ENTERA
Nutriente Desayuno macrobiótico
(a) Leche de vaca
(240 g)
Energía
(kcal) 379 146
Proteínas
(g) 9.5 7.89
Grasas (g) 13.5 8.02
Grasas
saturadas(g) 1.75 4.995
Grasas
poliinsaturadas (g) 5.25 0.29
Colesterol
(mg) 0 33.6
Carbohidratos
(g) 55.6 11.2
Fibra (g) 2.3 0
Vitamina A
(μg) 2.8 74.4
Caroteno
(μg) 16.5 14.4
Vitamina E
(mg) 0.8 0.2
Tiamina (mg) 0.23 0.09
Niacina (mg) 4 0.20
Riboflavina
(mg) 0.07 0.38
Piridoxina
(mg) 0.56 0.1
Acido fólico
(μg) 23 12
Vitamina C
(mg) 0 2.25
Calcio (mg) 266 286
Magnesio
(mg) 206 31.2
Hierro (mg) 4.1 0.12
Cobre (mg) 0.2 0.7
Cinc (mg) 2.0 0.9
(a) Equivale a 300 g de arroz integral cocinado
(100 g de arroz crudo) y 25 g de sèsamo. Para algunos nutrientes se tuvo en
consideración las pérdidas inevitables que tienen lugar durante el proceso de
cocción.
Se emplearon
las tablas de composición química de alimentos (Handbook) del Ministerio de la
Agricultua de los EU y el banco de datos contenido en el programa para cálculos
dietéticos (CERES) desarrollado por el Instituto de Nutricóòn de Cuba.
EVALUACIÓN
NUTRICIONAL DE UN DESAYUNO MACROBIÓTICO TÍPICO,
CONFORMADO POR ARROZ INTEGRAL
Y GOMASIO
Nutriente Aporte
Total del
Desayuno Recomendación (b) Cumplimiento
(%)
Energía
(kcal) 379 2200 17
Proteínas
(g) 9.5 50 19
Grasas (g) 13.5 49 28
Carbohidratos
(g) 55.6 390 14
Fibra (g) 2.3 30 7.6
Vitamina A
(μg) 2.8 800 0.35
Caroteno
(μg) 16.5 - -
Vitamina E
(mg) 0.8 8 10
Tiamina (mg) 0.23 1.1 21
Niacina (mg) 4 15 27
Riboflavina
(mg) 0.07 1.3 5.4
Piridoxina
(mg) 0.56 1.6 35
Acido fólico
(μg) 23 180 13
Vitamina C
(mg) 0 60 0
Calcio (mg) 266 800 33
Magnesio
(mg) 206 350 59
Hierro (mg) 4.1 15 27
Cobre (mg) 0.2 2 10
Cinc (mg) 2.0 12 17
(b) Equivale a 300 g de arroz integral cocinado
(100 g de arroz crudo) y 25g de sésamo.
(c) Recomendación correspondiente a una mujer
de referencia entre 25 y 50 años de edad, con un peso corporal de 63Kg que realiza una actividad entre ligera a
moderada.
Nota: el
refinamiento de los cereales reduce su contenido de calcio en un 50%.
Podemos tomar conciencia y salir de
esas creencias que nos fueron implantadas socialmente a traves de la poderosa
publicidad. La alimentacion
industrializada no provee la energia de los alimentos que nos dio la creacion
para vivir. Necesitamos la alimentacion adecuada para vivir y realizar nuestro
plan de vida. Tenemos el potencial en nuestro cuerpo para vivir lo que vinimos
a vivir, es nuestra decision elegir vivirlo plenamente. Abrazos!!!
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