Carpa
naranja y dorada,
Viviendo
bajo el hielo.
Despreocupada
del mundo de arriba,
Sustentada
por el agua de abajo.
En
el rápidamente estremecedor otoño, los estanques comienzan a cubrirse de hielo.
Las
aguas se vuelven profundas, oscuras y misteriosas, pero en esas profundidades
el
pez puede sobrevivir el invierno que viene.
El
Tao puede ser conocido tan directamente como el agua es cognoscible para un
pez.
Mi
Tao no será el mismo que tu Tao. Ambos somos individuos, con distintos
antecedentes
y pensamientos. Tan pronto como el Tao entra en nosotros, toma los
colores
de nuestra personalidad interna. Cuando sale de nosotros, retorna a su
naturaleza
universal. Este es un proceso continuo y constante, como el agua que
fluye
a través de las branquias del pez. Tal como el agua nutre al pez, así también
el
Tao nos nutre y nos sustenta. Mientras continuemos inmersos en el Tao,
estaremos
tan
seguros como lo está una carpa en el agua. Cuando nos separamos del Tao, somos
tan
impotentes como un pez fuera del agua.
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