Se
autosuficiente pero no te aisles.
Cuando
el rey de China cerró las fronteras,
Comenzaron
los siglos de estancamiento y decadencia.
Toda
la filosofía del Tao pretende dirigirte a la autosuficiencia. Lo que sea que
uno
necesite hacer en la vida, uno debería ser capaz de hacerlo por sí mismo. Ya
sea
al estar atrapado en la selva o al enfrentarse a una reunión social que
requiera
gracia y etiqueta, uno debería ser capaz de arreglárselas con facilidad y
aplomo.
Ser
autosuficiente no es lo mismo que estar aislado. Este es un punto muy
importante.
Cuando el rey de China cerró las fronteras, el país era lo bastante
autosuficiente
como para disfrutar de lo más bien del aislamiento. La nación entera
se
retrajo a una mágica satisfacción. Pero eventualmente se desarrolló una
sociedad
endogámica.
Comenzó el estancamiento y la decadencia.
El
mismo problema puede surgir en personas que son tan autosuficientes que fallan
en
captar totalmente la vida. Una de dos: o sufrirán una implosión por el puro
peso
de
su propia decadencia y estancamiento, o explotarán una vez que el mundo
exterior
los
confronte con algo que no puedan comprender.
Aquellos
que siguen el Tao recorren el mundo. Puede que aprovechen las ventajas de
retiros
temporales e intenso auto cultivarse, pero no se aíslan permanentemente.
Fluyen
con el Tao, están con todas las cosas, y por lo tanto evitan la decadencia.
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