Todas
las tradiciones místicas son una.
Son
la semilla de todas las religiones.
Tao.
Zen. Tantra. Yoga. Kabbalah. Sufismo. Misticismo Cristiano. Chamanismo. Y
tantas
otras más secretamente atesoradas por sus adherentes. Todas ellas comparten
la
misma mística sensación de comunión con lo divino. La meditación no es algo
peculiar
de una cultura.
Todas
las culturas conocen un núcleo místico que enfatiza el continuo refinamiento,
la
meditación y la unificación con el gran cosmos. Yo llamo a ese gran orden Tao.
Ellos
lo llaman con nombres diferentes. ¿Qué importa cómo lo llame la gente? Cuando
descubrieron
lo que era sagrado, pronunciaron diferentes sonidos acorde a su
historia
y su cultura, pero todos descubrieron la misma cosa. Hay sólo una fuente
divina
en la vida.
Por
generaciones, místicos de todas las tradiciones se han inmerso en el Tao.
Cuando
se encuentran en los niveles impronunciables, saben sin palabras que han
alcanzado
el mismo núcleo de espiritualidad. No importa en qué lugar del mundo
estés,
allí hay tradiciones con la pureza necesaria para llevarte al Tao.
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