Los primeros
yoguis fueron ya los precursores de la ciencia psicosomática, al descubrir por
su propia experiencia y verificación que todo lo que atañe al cuerpo repercute
en la mente y los estados mentales encuentran una caja de resonancia el en el
cuerpo. Ya hace más de cinco mil años, los yoguis empezaron a servirse de su
cuerpo como laboratorio viviente para escalar a estados superiores de la
consciencia y allanar la larga senda de la autorrealización. Consideraron que
el trabajo sobre el cuerpo, cuando es consciente, se convierte en una escalera
para adentrarse en el radja-yoga o yoga del control sobre la mente.
El yoga revalorizó la corporeidad
como herramienta de evolución consciente y autorrealización. Se trata de
convertir el cuerpo en un aliado en el peregrinaje hacia los adentros. Aún
cuando el cuerpo, por su propia naturaleza, terminará decayendo, ya que todo lo
compuesto tiende a descomponerse, mientras sea posible, el yogui se sirve de él
para ir estabilizando la mente. Las posturas del yoga (asanas) son muy
variadas, para así alcanzar todas las zonas y funciones dle cuerpo. En el
verdadero hatha-yoga todas ellas exigen una fase de detención y por la
inmovilidad del cuerpo se va logrando la concentración e interiorización de la
mente. La postura se convierte en un medio eficiente para aquietar la mente y
favorecer la introspección. Las posturas que aportan sangre extra al cerebro
son muy útiles para desarrollar la atención y favorecer un estado de silencio
interior. Por un lado revitalizan y por otro sosiegan. Es el denominado sosiego
vital o la vitalidad sosegada. Todas las posturas favorecen la unión (yoga) del
cuerpo y de la mente.
Nunca debería pasarse por alto que el
yoga es no solo una valiosa técnica de control psicosomático, sino tmabien un
método de liberación mental y espiritual. Por eso, como ya he dicho en otras
ocasiones, son tan necesarios documentales ríos y solventes sobre el tema, como
es el de Nicolás Guathier “Sadhaka, la senda del yoga”. Tan desvirtuado y deformado
ha sido el yoga, y en especial el hatha-yoga, que todo lo que se haga por
mostrarlo tal cual es, bienvenido sea. Como especificara Mircea Eliade, el yoga
es “el eje espiritual de la India”, e incluso de Oriente. Nos ofrece un
verdadero arsenal de enseñanzas y técnicas para sentirnos mejor y contribuir
así el bienestar de los demás y a armonizar las relaciones con las otras
criaturas.
Ramiro Calle
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