ELEVANDOSE - Meditacion N° 314 del 11 Mayo 2018 - 365 Meditaciones TAO





Por años, he practicado el ritual.
Ahora está muerto.
Por años, he practicado meditación.
Ahora es aburrida.
Por fin, está el sólo elevarse
Como una cinta ectoplásmica
Flotando sobre el mar.
Cuando uno está espiritualmente maduro, ya no necesita la estructura del ritual o
de meditaciones formales. Esto no quiere decir que la estructura fue innecesaria,
porque sin ella uno no podría estar en esta posición de ventaja. Pero una vez que
se logra un nivel en que se han internalizado completamente las lecciones de la
estructura, uno puede improvisar libremente en formas frescas y válidas.
En la espiritualidad uno se puede elevar, libre de las restricciones ordinarias.
Imagínate a ti mismo en un alto acantilado con vista al mar. Lentamente tu cuerpo
se alarga como una cinta. Más y más largo, ondulando hacia el cielo. Ante ti está
la ilimitada vastedad del océano y del cielo. Te sientes atraído hacia adelante, y
como una cinta puedes planear y elevarte sobre aquella expansión. Eso es libertad
espiritual.
El otoño está por dar paso al invierno. La primavera está al otro lado, tal como la
elevación espiritual está al otro lado de un rígido ritual. Las devociones tienen
sus propias estaciones: Cuando recién las aprendes, son mágicas. Luego rinden su
cosecha y se marchitan. Al otro lado del marchitarse está la nueva primavera y un
nuevo panorama espiritual. Dondequiera que estés en tus años espirituales, coopera
con los ciclos de las estaciones, hasta que emerjas como un dragón, elevándote en
el cielo.



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