CANTAR - Meditacion N° 318 del 15 MAyo 2018 - 365 Meditaciones TAO





Viene lluvia, y los pájaros-
Siluetas contra el cielo nacarado-
Responden excitados en canción.
Abren sus gargantas al néctar del cielo,
Y riman con las gotas.
Toda la naturaleza es canto. A veces la canción está en clave menor, con tonos
púrpuras que agitan el alma, desbordando el corazón con emociones contenidas. A
veces es alegre, lleno de ricas melodías y grandiosos acordes que producen
eléctricos estremecimientos. A veces desciende a modos extraños, cantos guturales y
oscuras disonancias.
Depende de cada uno de nosotros el cantar según sintamos que nos mueve el canto
general de la vida. ¿Armonizamos con él? ¿Cantamos un contrapunto? ¿Emitimos
sonidos discordantes a propósito?
Tal vez un estudioso que se encuentra con el Tao por primera vez se esfuerce por
armonizar con él, pero eso no es todo lo que hay para tener una relación con el
Tao. El Tao nos da el fondo, las circunstancias amplias. Depende de nosotros el
coincidir con él, ir en contra, o revolotear en ángulos oblicuos. No veas al Tao
como una gran corriente inexorable en la cual flotamos como troncos muertos. ¿A qué
podría llevarnos eso sino a un atolladero?
No, seamos como los pájaros. Que cantan cuando el Tao les manda lluvia. Que saben
qué hacer cuando llega el invierno. Que bordan el cielo con sus propias
trayectorias únicas. Que cantarán un contrapunto cuando lo necesiten. Que cantarán
poesía discordante cuando deba serlo y que rime cuando sea adecuado.



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