HUACHUMA (CACTUS DE SAN PEDRO) — CURANDO CUERPO Y ESPÍRITU



Algunos espectadores de la película Crystal Fairy & the Magical Cactus puede que noten un destello sospechosamente auténtico en los ojos de la actriz Gaby Hoffmann durante ciertas escenas clave. Esto no es ningún accidente: mientras esas escenas estaban siendo filmadas, Hoffmann, quien representó a la tocaya de la película, estaba de hecho bajo la influencia de un té hecho a base del “cactus mágico” al cual el título se refiere: huachuma (Trichocereus pachanoi).

Mientras que el personaje estereotípicamente espacial de Crystal Fairy no es un niño de cartel para la comunidad huachuma en general, los beneficios que extrae de esta medicina en la película — comunicación e intimidad mejorada, mayor compasión por uno mismo y otros, y el coraje de concentrarse en problemas no resueltos que están teniendo un impacto negativo en la vida de uno — son comúnmente asociados con usuarios de huachuma en la vida real.



Mejor conocido como el cactus de San Pedro, huachuma es nativo de las Montañas de los Andres y puede ser encontrado en Perú, Ecuador, Argentina, Chile, y Bolivia. Aquí en los Estados Unidos, es legal cultivar el cactus con propósitos jardineros y ornamentales, pero la ingestión del brebaje está prohibida.

El principal ingrediente activo en huachuma es mescalina, el alcaloide también en gran parte responsable por los efectos psicoactivos del peyote. Sin embargo, como hay diferencias importantes entre los otros compuestos psicoactivos que se encuentran en huachuma y el peyote, cada una de estas dos plantas tiene su propio carácter distinto. Huachuma es a menudo descrito como el más gentil de los dos, aunque sus efectos se prolongan un poco más que los del peyote: de 12 a 14 horas aproximadamente, en contraste con las aproximadas 10 a 12 horas del peyote.

Según registros arqueológicos, el uso ritual de huachuma se remonta a al menos 3.500 años. La más temprana evidencia del uso ceremonial de esta medicina es un tallado en piedra de un huachumero (chamán de huachuma masculino) en el Templo de Chavín de Huántar al norte de Perú, un residuo de una antigua civilización andina llamada Chavín.


Don Howard Lawler, un curandero (sanador) basado en el Amazonas peruano, es uno de los pocos chamanes en el mundo que se encuentra actualmente realizando rituales con huachuma al estilo Chavín original. En una entrevista con Reset, explica que la característica que define a la temprana sociedad andina — diversidad socioecońomica, intercambio de recursos, competencia reducida, cooperación incrementada, y la apertura de contacto y comunicación entre culturas de diversas regiones — todas surgieron de la cultura Chavín, la cual fue inspirada por “la orquestación maestra de este ritual huachuma de iniciación para las masas de peregrinos que vinieron de lejos a este único lugar en los Andes centrales.”

En el momento de la conquista española, luego de permanecer en su más pura forma por más de mil años, el ritual huachuma comenzó a tomar elementos de la masa católica. La palabra común para la ceremonia huachuma — mesa (o mesada), la cual está conectada con missa, la palabra en latín para masa — apunta a esta síntesis de ritual católico y peruano.

En tiempos poscoloniales, huachuma llegó a ser conocido como San Pedro, una referencia al santo cristiano que se dice guarda las llaves de las puertas del cielo. El nombre refleja la introducción de la iconografía católica en la cultura andina y también indica que los colonizadores españoles reconocieron la planta como un punto de acceso al reino sagrado.

Lawler, quien ha estado curando con plantas medicinales por casi 50 años, conduce rituales con ayahuasca así como ceremonias con huachuma. “Pudieras considerar estas dos plantas como la encarnación del profesor espíritu de la energía fundamentalmente femenina del Amazonas [ayahuasca] y la energía fundamentalmente masculina de los Andes y la costa peruana [huachuma],” Lawler nota.

Mientras él cree que la ayahuasca es la más efectiva de estas dos medicinas en el reino de la sanación física, Lawler siente que huachuma es el sanador y profesor espiritual superior. “Eso, por supuesto, a menudo tiene una relación directa con la condición física del individuo también,” explica.

El chamán de 67 años de edad señala que muchas personas han descrito la mesa como la práctica espiritual más profunda alguna vez concebida. “Aquellos que la experimentan se dan cuenta de que la esencia de la experiencia es una apertura indescriptible de la conciencia y conexión con la unidad que nos rodea y de la que somos parte,” él dice. “Eso es realmente lo que facilita la sanación en todos los niveles, incluyendo la sanación física.”



Varios pacientes han afirmado que esta sanación física puede incluir alivio de tales condiciones como diabetes, hepatitis, cancer, parálisis, problemas en las articulaciones, fiebre, alta presión sanguínea, enfermedades cardiacas, y quemaduras en los riñones y vejiga. También se dice que huachuma es un agente antimicrobiano que puede inhibir al menos 18 tipos diferentes de bacterias resistentes a la penicilina.

Defensores de esta medicina también con frecuencia citan su habilidad para curar adicción a las drogas y alcoholismo. Por la descripción de Lawler, huachuma revela las causas subyacentes de estas adicciones trayendo elementos de la mente subconsciente a la atención de la mente consciente. Esto puede incluir “cosas sobre las [que participantes del ritual] no han pensado en años, en algunos casos desde la temprana infancia — a menudo cosas que han tenido una profunda influencia en sus vidas de adultos sin que ellos estuviesen conscientes de ello.” Al confrontar estos asuntos no resueltos, uno puede encontrar cierre y limpieza.

Lawler nota, “Hay miles y miles de personas que están atascadas en patrones de comportamiento o situaciones en las que han estado a veces por mucho tiempo y a las que se han acostumbrado, pero saben que no son buenas para ellos, y quieren cambiar. Y hay muchas personas que no cambiáran, porque no son lo suficientemente fuertes para hacerlo.” Él agrega que por medio del uso de huachuma, uno puede ganar el poder personal necesario para hacerse cargo de la vida y moverse más allá de estas influencias negativas.

Según Lawler, la mayoría del profundo trabajo de sanación ocurre en las semanas y meses después de la ceremonia. Durante este período integrador, uno “simplemente digiere el flujo de la vida a una vida más profunda. Comienzas a refinar esta composición de tu propia vida de una manera más sabia y responsable.” Esto se manifiesta en cambios notables en la manera en que las personas se tratan a sí mismas y a quienes las rodean.” Esto no ocurre sólo [mientras uno está] bajo la influencia de la planta — esta es una transformación que trae cambio [a largo plazo],” Lawler afirma. “La mayoría de las personas nunca serán las mismas luego de esta experiencia.”

A raíz de la ceremonia huachuma, patrones negativos en la vida de uno a menudo saldrán a la luz: viejos hábitos, malos hábitos, mala compañía, mal entorno, una tendencia a persistir infelizmente en una mala relación, un deseo de reparar una relación sin saber cómo, etc. “Este es un proceso que le da a las personas no sólo una sabiduría más profunda, sino también una cierta fuerza espiritual interna para aceptar y reconocer las cosas negativas que existen en sus vidas y deshacerse de cosas, purgar esas cosas de sus vidas,” Lawler dice.

El curandero advierte, sin embargo, que en ausencia de una mala planificación y una buena dirección, huachuma puede ser peligroso. “Si uno no la respeta — si uno la trata como una droga, por ejemplo, y la toma con demasiada frecuencia y en circunstancias imprudentes — entonces eso puede causar un cambio en la manera en que la planta trabaja con el individuo. O si uno falla a la hora de seguir la dirección y deja que la energía se acumule, a veces eso crea un factor de choque que puede ser muy enervante e inquietante para algunas personas.”

“Estas plantas sagradas son caminos difíciles que están alineados con pruebas,” él agrega. “Las pruebas se dirigen específicamente a tus mismísimas debilidades. El punto es ayudarte a fortalecer tus debilidades y a crecer desde ese punto. En lo que esto resulta es en un paso excepcionalmente rápido de desarrollo personal y evolución de la conciencia. Ese proceso puede ser facilitado tanto por la manera cómo lo haces, dónde lo haces, y por qué lo haces como por la planta misma.”

Fuente: Enteodelia




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