3 CLAVES PARA INCORPORAR LOS SUPERALIMENTOS A TU VIDA

 


Los superalimentos cuentan con muchísimas propiedades, que nos ayudan a mejorar nuestra salud, y tienen una densidad nutricional superior a otros alimentos, por lo que enriquecen nuestra dieta. Pero ocurre que en muchas ocasiones no sabemos cómo usarlos. Es por eso que vamos a explicar algunos factores importantes a tener en cuenta para poder beneficiarte de estas maravillas que nos regala la naturaleza.
Tómalos según tus necesidades

Existen abundantes superalimentos procedentes de los puntos más remotos del Planeta, y todos ellos con propiedades muy diversas. De hecho, muchos han sido tradicionalmente usados en medicinas milenarias, como la Medicina Tradicional China o la Ayurveda.

Algunos son adaptógenos, otros ayudan a quemar grasa, los hay que son perfectos para complementar una dieta restrictiva, unos cuantos tienen un gran poder antioxidante… ¡El abanico de posibilidades es enorme! Por ejemplo:

Si buscas mejorar tu rendimiento físico e intelectual, la maca puede ser una gran opción.

En un proceso de pérdida de peso, el té matcha será un apoyo perfecto.

Si estás combatiendo una infección, la moringa es tu aliada ideal.

Si sigues una dieta vegetariana o vegana, y necesitas asegurarte todos los aminoácidos esenciales, la espirulina es un excelente refuerzo.

Antes de llenar tu despensa de superalimentos, es mejor que elijas aquellos que responden a tus necesidades. Si los usas a diario, seguro que sentirás los beneficios de incorporar los superalimentos a tu vida.
Elige el mejor momento del día

Una vez que hayas elegido los superalimentos que pueden ayudarte a sentirte mejor, no consiste en tomarlos en cualquier momento y sin tener en cuenta la cantidad. Muchos superalimentos tienen una dosis máxima recomendada, y hay otros que es conveniente tomar en las primeras horas del día, pues pueden interferir en tu ritmo circadiano.

En el caso de la espirulina, hay dosis indicadas (de 3 g a 5 g, 2 a 4 veces al día) y aquellas personas con autoinmunidades deberían evitarla. Otro ejemplo es el de los superalimentos con propiedades vigorizantes: no tiene sentido tomar cacao por la tarde, ya que podrían entorpecer nuestro descanso nocturno. Sin embargo, tomarlos por la mañana o al mediodía nos ayudará a conseguir el impulso que nos falta.

Hay muchas maneras de incorporar superalimentos a nuestra dieta, pero una forma muy fácil y práctica es añadirlos a zumos, smoothies o yogures. Si los usas en una receta caliente -en una crema de verduras por ejemplo- mejor añádelos al final: de esta forma minimizamos la pérdida de sustancias terapéuticas.

Escoge calidad y combínalos con alimentos saludables

Aunque pueda parecer una obviedad, no lo es. Es importante elegir superalimentos elaborados a partir de ingredientes ecológicos certificados para así evitar sustancias agrotóxicas.

Por último, el uso de superalimentos debería ir de la mano de una dieta que sea saludable. Si decidimos incorporarlos a nuestra vida, es necesario que primero hayamos eliminado de nuestra dieta todo aquello que nos perjudica. La canela, que es hipoglucemiante (ayuda a disminuir los niveles de azúcar en sangre), no te beneficiará si continúas tomando cada día un refresco azucarado. Tampoco la cúrcuma hará milagros si tu alimentación está basada en ultraprocesados.

Los superalimentos tienen beneficios muy potentes, pero solo si van acompañados de una alimentación saludable.

Pilar Rodrigáñez Riccheri – Dietista


Fuente: Sol Natural

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