De las energías del
universo, ninguna es mayor que la armonía. Armonía significa regulación del yin
y del yang, la división de noche y día. Así, miríadas de seres nacen en
primavera y maduran en otoño. El nacimiento y la maduración requieren la
vitalidad de la armonía, es decir, el yin acumulado no produce y el yang
acumulado no desarrolla; sólo cuando el yin y el yang interactúan son capaces
de producir armonía.
Por tanto, el Camino de
los sabios consiste en ser magnánimos pero severos, estrictos pero cálidos,
amables pero justos, fieros pero humanos. Lo que es demasiado duro se quiebra,
y lo que es demasiado blando se dobla: el Camino está justo entre la dureza y
la blandura. La benevolencia llevada demasiado lejos debilita, lo cual es
indigno. La severidad llevada demasiado lejos se convierte en ferocidad, lo
cual es discordante. El amor llevado demasiado lejos se convierte en
complacencia, lo cual es ineficaz. El castigo llevado demasiado lejos se
convierte en calamidad, lo cual significa pérdida de familiares. Esta es la
razón por la que se valora la armonía.
Fuente: Osho Gulaab
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