ÉRASE UNA VEZ… un personaje soñado
que creyó estar despierto.
Me llaman VIDA, aunque ése no es mi
nombre. Ni ése ni ningún otro. Pero al Ser Humano le encanta “llamar a las
cosas por su no-nombre” para asegurarse de no perder la razón. Lo que ignora es
que es precisamente al perderla, cuando la encuentra. Y es al encontrar su
“razón” cuando las cosas (él incluido) desaparecen de su vista. Vista que hasta
entonces no Veía…
Os voy a contar mi historia (que es
la vuestra). Una historia (sin historia) que no tiene ni espacio ni tiempo,
pero que si lo tuviera, sería infinito y eterno.
Mi fecha de nacimiento es SIEMPRE y
mi lugar, UNIVERSO. Soy TODO, incluido NADA. La Trinidad de
Conciencia-Presencia-Amor hecha UNA: Yo-Vida.
Y una de las ‘cosas’ en las que ‘me Vivo’ (en las que soy lo que SOY) es
el Ser Humano, a quien hago creer que es ‘alguien’ y además separado de mí y
del resto de las otras ‘cosas’ en las que también SOY.
Aparentemente, estoy dividida en
infinitud de ‘formas’. Pero eso sólo es a los ojos-mente de ese Ser Humano que
se cree que me ha creado y que me puede decidir. O lo que es lo mismo,
controlar.
Mi existencia no tiene ni un ‘por
qué’ ni un ‘para qué’. Ni inicio ni fin. No hay propósito ni misión más que la
de SER lo que SOY: VIDA.
Del mismo modo, como fractales que
mis ‘cosas’ SON de mí, ellas tampoco lo tienen, aunque así lo Crean… y así se
lo hayan creído. Y como su propio nombre indica, ‘SER Humano’ es lo único que
tiene que y puede ser (esfuerzos por no serlo, incluidos).
7.000 millones de personajes soñados
creyendo estar despiertos y separados de mí. Creyendo ser olas individuales que
no tienen nada que ver con el Mar que SON. Creyendo ser los soñadores del sueño
en el que están atrapados. Sueño perfectamente diseñado para que la dualidad
SEA. Y yo (VIDA), en ella. Sueño del que esos personajes humanos no pueden
despertar por muy despiertos que se crean.
A algunos de ellos les susurro al
oído que pueden hacerlo y les acaricio el Corazón con ese anhelo. Lo han
llamado “Regresar al Hogar” o Iluminación. Pero sólo es otra ilusión más dentro
de La Ilusión-Sueño del Ser Humano. Otra ‘forma’, de entre las infinitas que
creo (sin crear), para SER Lo Que Soy. Igual que la forma ‘árbol’, la forma
‘mineral’, la forma ‘estrella’, la forma ‘río’, la forma ‘animal’, la forma
‘tormenta’, la forma ‘pensamiento’, la forma ‘emoción’, la forma ‘futbolista’,
la forma ‘alma’, la forma ‘reencarnación’, la forma ‘ángel’, la forma
‘religión’, la forma ‘guitarra’, la forma ‘enfermedad’ o la forma ‘muerte’.
Existen en la medida en que existen los sueños o las películas, pero no son Reales.
No son ‘Lo Único Que Es’: YO-VIDA.
Sí, hago que me olviden. Que olviden
lo que SON. Si no, no podría SER en dualidad. No podría SER en la tristeza, en
la alegría, en el sufrimiento, en la compasión, en las lágrimas, en las risas,
en el placer ni en el dolor. Opuestos que también, como TODO y NADA, SOY sin
‘serlos’. Opuestos que danzan al unísono en mi perfecta Ley del
Equilibrio-Armonía. Ley que no tiene ninguna Gracia… ni tampoco ningún castigo,
aunque la ‘cosa Ser Humano’ así lo haya creído.
Soy Neutra. No juzgo. No comparo. No
etiqueto. No clasifico. No analizo. No SEPARO… entre el bien y el mal. Entre lo
bonito y lo feo. Entre el ayer y el mañana. Entre delgado y gordo. Entre
carencia y abundancia. Entre felicidad e infelicidad. Entre silencio y ruido.
Entre lo mejor y lo peor. Entre los defectos y las virtudes. Entre lo de arriba
y lo de abajo. Entre lo de dentro y lo de fuera. Entre lo femenino y lo
masculino. Entre lo terrenal y lo espiritual.
Soy Unidad. Soy Todo, incluido Nada.
No entiendo de fronteras, de muros, de colores, de razas, de dimensiones, de
estados, de procesos, de etapas, de sexos, de colores.
Soy ‘el cuerpo’, no la mano ni la
pierna ni el ojo ni la cabeza ni el riñón ni el cabello ni la sangre ni la
mente ni el corazón ni la suma de todos ellos. No soy un conjunto de olas, soy
el MAR.
La mente-humana ‘ve’ conceptos. Ve
ideas. Ve identidades. Ve posesiones. Ve fragmentos. Ve tiempos. Ve espacios.
Ve cajones. Todos distintos entre ellos.
De diferente ‘padre y madre’. Por eso, el Ser Humano se siente imperfecto.
Incompleto. Infeliz. Vacío. Porque se SEPARA de ‘los otros’ que son ‘si mismo’.
Se separa mentalmente de Lo Que Es. Y así tiene que ser simplemente porque ‘Así
ES’. Una de las infinitas ‘cosas-formas’ en las que SOY. Todas Perfectas tal y
como son.
Recuerda que ‘yo’ no juzgo. Que soy
Neutra. Que no tengo propósito ni misión ni fin. Por lo tanto, no pretendo
cambiar nada ni a nadie para que sea ‘mejor’ de lo que Es.
No ayudo, no guío, no acompaño, no
alivio, no sano, no curo, no enfermo, no salvo, no oscurezco, no ilumino. Sólo
SOY lo que SOY. Es la mente de la ‘cosa-humana’ la que lo piensa en su estado
de separación-dualidad. Forma parte del sueño-juego. No es un error mío. De la
existencia. De ‘la vida’. ES lo que ES, como todo lo demás.
El Ser Humano lleva siglos (según su
tiempo) intentando eliminar el sufrimiento, ignorando que no es posible porque
su condición, su ‘cosa-forma-mente-humana’ implica dualidad. Y dualidad,
implica sufrir. Y sufrir, implica felicidad. Sólo hay que darle la vuelta a la
misma moneda en la que respiran y retro-alimentan ambas Ideas-energías.
Pretende alcanzar lo inalcanzable.
Pretende ‘Ser No Humana’. Y eso no es posible por mucho que intente disfrazarse
de ‘Ser Divina-Unidad’.
Esto es a lo que está más ciega la
‘cosa-humana’. Y de aquí le surge el mayor sufrimiento de todos: el querer ser
lo que no es. De aquí surgen todos sus conflictos internos, luchas, dolores,
soledades y guerras. No acepta su condición Humana. Su limitación. Su ‘Es lo
que Es’.
Yo-VIDA soy Ilimitada, permanente y
eterna. La ‘cosa-humana’ es limitada, impermanente y muere, aunque su mente le
quiera hacer creer que no.
El Ser Humano no se conoce en
ABSOLUTO (y en relativo, tampoco). La mayoría se están proyectando fuera, en
otros, continuamente. Culpándoles de lo que ellos sienten, de sus enfermedades,
de sus conflictos internos, de sus vacíos, de su soledad, de su infelicidad.
Echando en cara a otras ‘cosas-humanas’ lo que no quieren (o pueden) ver de sí
mismos. Creando, de este modo, Fuera, las guerras que ellos tienen Dentro.
Algunos ni siquiera son conscientes
de ello. Otros, que lo son, caen en la trampa de rechazar y demonizar a esas
partes de sí mismos que les hacen sentir emociones incómodas y molestas. E
intentan mil y una técnicas para ocultarlas, para enmascararlas, para evitar
que se vean y que ellos las vean. Entrando entonces en el abandono y el
no-Amor, lo cual les provoca más vacío, más frustración, más Separación.
Y pocos COMPRENDEN que no es cuestión
de cambiarse, de mejorarse o de aniquilarse, sino de Rendirse ante lo que son.
De Aceptarse en todas sus partes. De Amarse en esa Incondicionalidad que casi
ninguno entiende-siente.
Pero para esto último tienen que
CONOCERSE. ¿Qué sino van a Amar? ¿A un personaje dentro del personaje que ya
son?
Conocer esa dualidad que les habita y
habitará, no para hacerla desaparecer sino para abrazarla, para acogerla, para
escucharla, para ESTAR en ella. Para Ser UNA con ella. En ese Instante es donde
y cuando surge la PAZ. La real.
Y para conocerse es imprescindible
que PAREN de ir hacia alante o hacia atrás, se miren al espejo, buceen en sus
entrañas, en la profundidad de su pozo y descubran todas las caretas que se han
ido colocando año tras año. Que saquen a la luz todas las mentiras que se
cuentan. Y todos los miedos que les guían. Para poder quedarse desnudos ante
‘si mismos’, coger las riendas de su verdadera personalidad y responsabilizarse
de ella.
No se conocen para huir de ellos
mismos, se conocen para soltar lo que no Son para así poder SER (manifestar)
quienes son en realidad cada uno en su ‘cosa-humana individual’ y DISFRUTAR-se
(con todas las emociones que ello conlleva).
No es una búsqueda, es un Encuentro.
En ese Encuentro experimentan dolor.
Un dolor que llevan toda su vida-humana forjando, cultivando. Un dolor que sólo
deja de doler cuando se abren a que les duela. Unas lágrimas que sólo dejan de
ahogarles cuando las lloran. Es el dolor de la SEPARACIÓN. La separación en la
forma ‘cosa-humana’.
Muchos temen a la Muerte porque están
identificados con su ‘cuerpo-mente-personalidad’ o, con lo que viene a ser lo
mismo, con su ‘alma-personal’ que también vibra en esa SEPARACIÓN (de otras
‘almas-personales’).
No hay (habiendo) varios ‘cuerpos’ ni
varias almas diferentes (ésa es la Ilusión de la mente humana). No hay un
‘somos Unidad’. El ‘somos’ implica varios, implica distinción, implica
separación. Es UNIDAD. Es MAR. Sólo existo Yo-VIDA.
La ‘cosa-humana’, siguiendo su patrón
dual, desea prepararse para tener una Muerte digna, pacífica, en solitario, en
compañía, en la naturaleza, en su casa, sin sufrimiento, con conciencia… Desea
controlarla a su CREENCIA y semejanza. Sin seguir COMPRENDIENDO que la Muerte
es la que Es, igual que la Vida es la que Es. Y como sea, así de Perfecta será,
porque no podrá haber sucedido de otra manera. Aunque la mente humana, de
nuevo, así lo crea.
ÉRASE UNA VEZ… unos personajes
soñados que creyeron estar despiertos y separados. HASTA QUE LA MUERTE LOS
UNIÓ.
-NO FIN-
(He AQUÍ y AHORA mi MEMORIA. Memoria
de una VIDA olvidada)
Fuente: Las Letras de Emma
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