El lino se cultiva
desde hace unos 4.000 años para obtener fibra textil en las cuencas del río
Nilo, Tigris y Eufrates. Ya desde la antigüedad se comenzó a usar su aceite y
sus semillas con fines medicinales. El lino es una planta anual de unos 0,8
metros de altura que tiene flores azules claras. Se aprovecha su tallo para
extraer la fibra textil y con las semillas, que comúnmente se llaman linaza se
hace harina o aceite, aunque el consumo de la propia semilla está cada vez más
extendido.
Actualmente el lino se
cultiva en casi todos los climas aunque por su calidad suele estar muy valorado
el lino proveniente de Rusia. Las semillas de lino suelen ser de dos colores,
amarillas o doradas y marrones. Las semillas marrones contienen una alta
concentración de Omega 3 mientras que las doradas son de dos tipos: una con la
misma concentración de Omega 3 que las marrones y otra menor.
En su composición
destaca su alta concentración en ácidos grasos insaturados que se sitúa
alrededor del 80%. El ácido oleico u Omega 9 tiene beneficios sobre los vasos
sanguíneos, el linoléico u Omega 6 disminuye la concentración de triglicéridos
y disminuye la presión arterial y el ácido alfa- linoléico u Omega 3 disminuye
el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. También contiene vitaminas
B1, B2, B6, C, E y K y minerales como el calcio, magnesio, fósforo y potasio.
Las semillas de lino
tienen una alta concentración de fibra dietética en su composición lo que
disminuye el tiempo del tránsito intestinal, ayuda a controlar el apetito y la
glucosa y los lípidos en sangre. Una dieta rica en fibra dietética es
beneficiosa para la salud porque regula el tránsito intestinal, regenera la
flora intestinal, ayuda a eliminar grasas y a evitar la absorción de las mismas
por el intestino, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y
ayuda a controlar la diabetes. Para adquirir mejor la fibra de la semilla es
mejor comerla entera, sin triturar, por ejemplo dejándolas en remojo y bebiendo
su agua y comiendo la semilla reblandecida. Contienen bajos niveles de ácidos
grasos saturados y no contienen gluten.
Lo que ha causado que
las semillas de lino se conviertan en un alimento de actualidad es que contiene
fenólicos, que son compuestos vegetales que en los seres humanos ayudan a
combatir el cáncer y tienen efectos antioxidantes, en las semillas de lino se
encuentran ácidos fenólicos, flanovoides y lignanos, que son indicados contra
el cáncer de mama porque bloquean los estrógenos en el tejido mamario ayudando
a evitar el crecimiento de los tumores que sean sensibles a estrógenos.
Sus indicaciones son
tan variadas como su composición, entre las que se destaca su papel para
regular el colesterol, para ayudar en trastornos articulares como la artritis y
la artrosis, para fortalecer el corazón y evitar enfermedades cardiovasculares,
regular el tránsito intestinal, tratar el estreñimiento crónico, ayuda a tratar
la obesidad, la diabetes, a mejorar el estado de la piel debido a su efecto
antioxidante y a la aportación de ácidos grasos esenciales, para eliminar
líquidos...
Existen diversos
estudios realizados por eminencias de la medicina que afirman que el consumo de
semillas de lino o de su aceite ayudan a combatir el cáncer y a evitarlo, entre
ellos destacan los estudios de la doctora Johanna Budwig, alemana nominada
varias veces al premio Nóbel, que afirmó que los ácidos grasos insaturados son
decisivos en la función respiratoria de las enzimas. El trabajo conjunto del
Omega 3 y de las proteínas permiten que las células cancerosas del organismo
'vuelvan a respirar'. La doctora Budwig desarrolló una dieta con la que ha
tratado a diversos pacientes para tratar el cáncer que consiste básicamente en
tomar todos los días una cucharada de aceite de linaza mezclada con dos
cucharadas de requesón hasta que no se vea ningún resto del aceite. Además
propone un desayuno de muesli con frutas y una cucharada de semillas de lino y
adquirir, básicamente, una dieta vegetariana.
James A. Duke, que
participa en el Departamento de Agricultura de EEUU afirma en su Libro 'La
farmacia natural' que los lignanos, componentes que se encuentran en las
semillas y aceite de lino son mayores en las dietas vegetarianas porque el
consumo de carne los suprime, por lo que el consumo de semillas de lino es
óptimo para aquellos que consumen carne. Afirma que ayuda a tratar la psoriasis
porque contiene ácido eicoapentaénico y omega 3. También dice que la Comisión
E, grupo de expertos alemanes que evalúan la seguridad, efectividad y la dosis
óptima de las plantas medicinales, aprueba el consumo de lino para tratar la
diverticulitis. Además explica que el consumo de lignanos son beneficiosos
contra el cáncer de mama y para tratar la endiometriosis.
La cantidad óptima
recomendada de semillas de lino es una cucharada sopera al día, sólo con esa
cantidad aportamos a nuestro cuerpo el Omega 3 que necesita, además abusar de
la linaza, al ser un aceite, hará que engordemos. Está contraindicada en casos
en los que hay riesgo de sufrir obstrucción intestinal. ¿Cómo añadir las
semillas de lino a nuestra dieta? Mezclalas con tu yogurt, añadelas a tus
cereales por la mañana, en las sopas, haz pan con sus semillas o mézclalas con
tus legumbres.
Fuente: El Her olario
No hay comentarios:
Publicar un comentario