“El coraje no es tener
la fuerza para seguir, es seguir cuando no tienes fuerzas” Napoleón Bonaparte
El miedo ha sido una de
las emociones que más ha marcado la evolución humana. El problema no radica en
tenerlo, sino en vencerlo y es cuando surge el coraje que, por cierto, tiene el
significado de coraza o corazón en la raíz del francés antiguo. Cuando se
enfrentan de corazón los temores, aparecen el valor y la determinación que
inducen la actitud del guerrero para sortear los obstáculos.
El verdadero poder de
la fuerza se manifiesta cuando, en lugar de evadir, nos mentalizamos para
actuar y sustituir con emociones positivas aquello que trata de detenernos. Es
buscar la solución con confianza y optimismo para que la valentía confronte al
desafío y, una vez superado, se ponga en evidencia la lección. Esto exige
descartar creencias limitantes, para continuar la travesía de la vida con el
ímpetu y las agallas suficientes que permitan darle paso a la perseverancia y
las firmes decisiones.
Coraje es pasar del
sueño al propósito con la resistencia suficiente como para convertirlo en
logro. Es vivir intensamente y sin evasivas. Celebrar cada día con alegría y
optimismo. No empoderar lo que externamente pueda afectarnos y, más bien,
emprender el viaje interior para descubrir que el dolor es temporal, pero que
generalmente trae su debida recompensa. Es recuperar el aliento para salir de
la complacencia y evitar la distracción.
Es responsable asumir
las limitaciones, pero con la certeza de doblegarlas a partir de la tenacidad,
la disciplina y la constancia. Esto es multiplicar el talento por el esfuerzo
para afianzar las habilidades. Es también retroalimentarnos para ser proactivos
y, con esfuerzo, recuperar el autocontrol.
Atrevernos, no procrastinar,
movernos y tener la osadía de salir en búsqueda de nuevas experiencias. Intuir
amorosamente que cada día va mostrándonos el camino correcto. Aceptarnos sin
vacilaciones y más bien inyectando una buena dosis de gratitud. Todas estas
pueden ser estrategias valederas para incrementar el arrojo y las ganas de
habitar en ese rincón de nuestra existencia que nos estimula para exaltar la
grandeza de cada momento.
Que sean momentos para
interiorizarnos y disfrutar de la compañía de la soledad. Instantes únicos para
resonar en la frecuencia adecuada y sintonizarnos con el silencio que nos
permita estrechar los vínculos desde la cercanía de la distancia y para
desprendernos y experimentar el vacío que ha de ser el molde que ocupen el
coraje y la plenitud…
Alejandro Posada Beuth
ALEJANDRO POSADA
Alejandro Posada es
médico cirujano con más de 25 años de experiencia y formación en medicina
tradicional China, auriculoterapia y auriculomedicina, fitoterapia, medicinas
vibracionales, terapia neural, medicina biológica, ayurveda y sintergética.
Cofundador del grupo VIAVIDA y la Asociación Internacional de Sintergética.
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