Estamos
conectados los unos a los otros.
Muchas
veces podrás darte cuenta, otras pasarás desapercibido ante la magia de la
vida.
Hay
una red que une a todos los seres, una red capaz de remover el caos que se
origina en la madre tierra, en tu vida.
Esa
red moviliza las energías, sana y reequilibra el mundo para buscar la armonía
del conjunto viviente.
Podemos
y debemos cooperar los unos con los otros, pues cada cual está ejerciciendo una
función primordial en este Universo.
No
creas erróneamente que algunos seres no hacen lo que deberían o no tienen una
función, no pienses que tu mismo no tienes nada que aportar.
Muchas
personas se sienten inútiles, no se dan cuenta de que en su interior hay un
talismán muy valioso.
Entonces
viven de añoranzas, de falso placer a corto plazo y de ilusiones.
No
se percatan de su gran poder para poder ejercerlo. Y se evaden en multitareas,
trabajos y metas vacías.
Y
lo bello es…
Cuando
tu ejerces tu poder, cuando alineas tu gran mente prodigiosa hacia lo que nutre
tu alma… es entonces cuando los demás seres sintonizan contigo.
Cada
espíritu tiene un destello especial, nadie es igual a nadie, por eso tu misión
es destapar ese brillo que tanto tiempo tapaste.
Hacer
lo que sientes y dejar de hacer lo que no sientes.
No
ponerte obligaciones y dejar que sea tu propia naturaleza la que ponga las
reglas en tu vida.
Y
entonces podrás ver «más allá», y «darte cuenta» de todo lo que se te escapaba
viviendo a prisa y corriendo.
Pensando,
que quizás no eras buen@ en nada en especial. Que no tenías nada que te hiciese
únic@.
Si
estas viv@ significa que alguna función tienes en este espacio-tiempo.
Déjate
llevar por el impulso que te genera alegría y gozo, y descubrirás cosas nuevas.
Abrete
a un nuevo paradigma de vida, deja de vivir encarcelado en piloto automático.
No
has nacido para ser un robot, has venido este mundo para sentir plenamente la
vida que se te ha dado.
Isabel María Campillos Pérez
Fuente:
Mindalia
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