La naturaleza es tan apasionante que
nos da las respuestas más inesperadas cuando ni tan siquiera creíamos que
podían existir más allá de nuestra mente, de nuestra esperanza y de nuestro
deseo por seguir adelante. Lejos de mostrar una realidad monótona y predecible,
cada rincón en el que la naturaleza brota con libertad nos deja una nueva enseñanza
sobre lo que significa habitar este mundo. Así ocurre con la flor de Loto.
La naturaleza no solo es generosa
para con la ciencia, sino con nuestros sentidos y con nuestra espiritualidad.
Tanto es así que, en la gran variedad de manifestaciones, especies y fenómenos
que produce, nos encontramos con auténticas lecciones de cómo afrontar la vida.
Auténticas teorías psicológicas sin control de variables ni análisis de
fiabilidad o validez, pero que encierran un mensaje cuya belleza y significado
es indiscutible.
De entre todos los fenómenos
infinitos y curiosos de la naturaleza se encuentra la flor de Loto. Un fenómeno
sui géneris que resulta una metáfora apasionante sobre la vida y las
adversidades a las que hacemos frente cada día.
La flor de Loto
La flor de Loto es un tipo de lirio
de agua, cuyas raíces tienen su base en el fango y en el lodo de lagunas y
lagos. La flor de loto posee la semilla con mayor longevidad y resistencia:
puede aguantar hasta 30 siglos antes de florecer sin perder su fertilidad.
La flor de loto es símbolo de la
pureza y belleza que puede surgir de un terreno pantanoso
Esta hermosa flor emerge y se nutre
del barro, en ciénagas o lugares pantanosos y cuando florece se eleva sobre el
lodo. En la noche, los pétalos de la flor se cierran y la flor se sumerge bajo
el agua. Se cierra para hundirse en el agua pero al amanecer se alza de nuevo
sobre al agua sucia, intacta y sin restos de impureza por la disposición de sus
pétalos en forma espiral.
La flor de loto tiene la peculiaridad
de ser la única flor que es fruto al mismo tiempo: el fruto tiene forma de cono
invertido y está en su interior. Cuando la flor está cerrada no huele, pero
cuando se abre su aroma recuerda al jacinto. Muchos consideran su aroma
hipnótico, capaz de alterar los estados de la conciencia.
Mitologías sobre la
Flor de Loto
La fascinación por esta flor ha hecho
que esta sea un símbolo fundamental para multitud de civilizaciones a lo largo
de la historia. La flor de Loto es considerada sagrada y uno de los símbolos
más antiguos con múltiples significados para los países de Oriente, aunque
también encontramos múltiples referencias a ellas en el mundo occidental.
En la mitología griega, los lotófagos
eran un pueblo mítico que los antiguos identificaban con los habitantes de una
población al nordeste de África. Cuenta la leyenda que una bella Diosa se
perdió en un bosque hasta llegar a un lugar donde abundaba el fango, denominado
loto, donde se hundió.
Este espacio había sido creado por
los Dioses para los seres cuyo destino había sido fracasar en la vida. Sin embargo, la joven luchó
durante miles de años hasta que logró salir de allí convertida en una bella
flor de loto, simbolizando el triunfo de la perseverancia ante situaciones
adversas.
En el ámbito budista, el loto sirve
como asiento o trono para Buda o los Budas e indica un nacimiento divino. En el
mundo cristiano, la flor de loto es el lirio blanco que significa tanto
fertilidad como pureza. Tradicionalmente, el Arcángel Gabriel lleva a la Virgen
María el lirio de la Anunciación.
La flor de Loto y su
significado para la psicología
La flor de Loto simboliza el poder de
la resistencia psicológica como capacidad para transformar la adversidad en
potencialidad. Suzanne C. Kobasa, psicóloga de la Universidad de Chicago,
dirigió varias investigaciones en las que detectó que los individuos con
personalidad resistente tienen una serie de características en común. Suelen
ser personas de gran compromiso, control y orientadas al reto.
“Las personas más bellas con las que
me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el
sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma
de salir de las profundidades”
– Elisabeth Kubler Ross-
Más tarde esta explicación fue
reconceptualizada con el término resiliencia, la esencia de la personalidad
resistente. La resiliencia se suele definir como la capacidad de los individuos
para sobreponerse a períodos de dolor emocional y grandes adversidades.
La flor de Loto supone una magnífica
metáfora de cómo existen personas capaces de plegar el dolor y desplegarlo
posteriormente en forma de serenidad, autocontrol y persistencia.
Fuente: La Mente es Maravillosa
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