Neblina
y nieve ocultan el mundo.
Los
huesudos árboles están ligeramente encarnados de hielo.
Una
pareja ríe bajo un monumento de piedra,
Pero
detrás de un erizado seto,
Una
mujer envuelta en una capa canta una marcha fúnebre:
La
vejez es solitaria.
Sueños
de aquellos que he enterrado me frecuentan.
¿Estuve
alguna vez listo para cargar con este manto?
Cubrió
una juventud despreocupada.
Ahora
ni padres, ni amante, ni amigos tengo,
Y
la gran fama es tan lejana como las hojas primaverales.
Querido
joven, ¿piensas alguna vez en envejecer? Si lo has hecho, puede ser que
valores
aún más tu tiempo. Querido anciano, ¿piensas alguna vez en tu pasado? Por
supuesto
que sí. Te preguntas si hiciste las cosas correctas.
¡Qué
irónica es la vida! ¡Qué tremendo rollo al que hemos nacido! Cuando jóvenes,
no
entendemos el pavor de la vejez. Cuando somos viejos, no se nos permite volver
atrás
en el tiempo. Cuando la vitalidad fluye libremente, no tenemos suficiente
sabiduría.
Cuando hemos ganado sabiduría, el destino nos ha hecho demasiado débiles
para
actuar.
Oh,
lo sé. El propósito de seguir el Tao es el de estar bien adaptado. El secreto
del
Tao es saber cómo envejecer con gracia. Si, lo sé. Pero ¿no puedo aún así
reflexionar
sobre la intensidad de todo eso?
Ser
completamente humano es conocer la resignación.
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