EL AMOR VERDADERO Y SU CAPACIDAD DE COMPRENSIÓN

 


El verdadero amor y su capacidad de comprensión es el fundamento para amar, y la capacidad de una observación profunda con alegría, es la base de su práctica.

 

EL AMOR VERDADERO

Cultivemos la capacidad de ser felices y de amar.

«La comprensión es el fundamento del amor, y la observación profunda con alegría, es la base de la práctica».

 

FUNDAMENTOS DEL AMOR VERDADERO

DAR FELICIDAD

Bondad incondicional o benevolencia.

 

Capacidad de dar alegría y felicidad a la persona que amas. Aprender a observar a quién amamos porque si no la comprendemos no la podremos amar. La comprensión es la esencia del amor. Dedicar tiempo a estar presente y atento y observar profundamente. A eso se le llama comprensión.

 

COMPASIÓN

Deseo y capacidad de aliviar el sufrimiento.

 

Para conocer la naturaleza de su sufrimiento y ayudarla a cambiar, también hay que observarla profundamente. Para eso es necesaria la meditación. Meditar es observar a fondo la esencia de las cosas.

 

LA ALEGRÍA

Si en el amor no hay alegría, no se trata del amor verdadero.

 

Si estamos sufriendo y llorando todo el tiempo o si se hace llorar a la persona que amamos, eso significa que no se trata de un amor verdadero, incluso puede llegar a ser lo opuesto a él. Si en la relación de pareja no hay alegría, seguro que no es un amor verdadero.

 

ECUANIMIDAD Y LIBERTAD

El amor verdadero hace alcanzar la libertad.

 

Cuando se ama de verdad se le da al otro una absoluta libertad. Si no es así, no se trata de un amor verdadero. El otro debe sentirse libre, no solo por fuera, si no también por dentro.

 

Elevemos nuestra capacidad de amar a otro nivel...

 

LA CAPACIDAD DE AMAR

La comprensión y compasión de nuestros corazones.

 

Si viertes un puñado de sal en una taza de agua, el agua no se puede beber. Pero si viertes la sal en un río, las personas pueden seguir sacando agua para cocinar, lavar y beber. El río es inmenso y tiene la capacidad de recibir, abrazar y transformar.

 

Cuando nuestros corazones son pequeños, nuestra comprensión y compasión son limitadas, entonces sufrimos. No podemos aceptar o tolerar a los demás y sus deficiencias, y exigimos que cambien.

 

Pero cuando nuestros corazones se expanden, estas mismas cosas no nos hacen sufrir más. Brindamos mucha comprensión y compasión y podemos abrazar a los demás. Aceptamos a los demás tal como son, luego tienen la oportunidad de transformarse.

 

Entonces la gran pregunta es: ¿cómo ayudamos a nuestros corazones a crecer?

 

Cada uno de nosotros puede aprender el arte de nutrir la felicidad y el amor. Todo necesita alimento para vivir, incluso el amor. Si no sabemos cómo nutrir nuestro amor, se marchitará.

 

Cuando alimentamos y favorecemos nuestra propia felicidad, estamos también nutriendo nuestra capacidad de amar. Es por eso que amar significa aprender el arte de nutrir nuestra felicidad.

 

Comprender el sufrimiento de alguien es el mejor regalo que puede hacerle a otra persona. Comprensión es el otro nombre del amor. Si no comprendes, no puedes amar.

 

LA REVERENCIA

La reverencia es la naturaleza de nuestro amor.

 

En Asia existe la tradición de tratar a tu pareja con el respeto que le darías a un invitado. Esto es cierto incluso si has estado junto a tu ser querido durante mucho tiempo. La otra persona siempre merece tu pleno respeto. La reverencia es la naturaleza de nuestro amor.

 

LOS ELEMENTOS DEL AMOR

Los cuatro elementos del amor verdadero.

 

El amor verdadero está compuesto de cuatro elementos: amabilidad amorosa, compasión, alegría y ecuanimidad.

 

Si tu amor contiene estos elementos, será sanador y transformador, y será un amor revestido de santidad. El amor verdadero tiene el poder de sanar y transformar cualquier situación y de darle un significado profundo a nuestras vidas.

 

COMUNICACIÓN AMOROSA

Amar sin saber amar, puede herir a la persona que amamos.

 

Para saber cómo amar a alguien, debemos comprenderlo. Para comprender, tenemos que escuchar. Esa persona puede ser nuestro compañero, nuestro amigo, nuestro hermano o nuestro hijo. Puedes preguntar: “Querido, ¿crees que te entiendo lo suficiente? Por favor, dime tus dificultades, dime si estás sufriendo y cuales son tus deseos más profundos”. Entonces la otra persona tendrá la oportunidad de abrir su corazón.

 

SANACIÓN AMOROSA

La alegría es sanadora.

 

Si una relación no puede proporcionar alegría, entonces no es amor verdadero. Si sigues haciendo llorar a la otra persona todo el día, eso no es amor verdadero. Ofrece solo cosas que hacen feliz a la otra persona. Debes conocer las necesidades reales de esa persona. Practica y aprende cómo generar la sensación de alegría... Si tienes suficiente comprensión y amor, entonces cada momento, ya sea tomando el desayuno, conduciendo el automóvil, regando el jardín o haciendo cualquier otra cosa durante el día, puede ser un momento de alegría.

 

NUTRIDO POR LA ALEGRÍA

Aprende a nutrirte a ti mismo y a la otra persona con alegría.

 

¿Eres capaz de hacer sonreír a la otra persona? ¿Eres capaz de aumentar su confianza y entusiasmo? Si no puedes hacer estas pequeñas cosas para ella, ¿cómo puede decir que la amas? A veces, una palabra amable es suficiente para ayudar a alguien a florecer como una flor.

 

CUIDAR EL AMOR

Regar las flores es mantener vivo el amor.

 

Cuando practicamos el arte de vivir de manera consciente, regamos con agua los elementos positivos en nosotros mismos y en los demás. Vemos que la otra persona, como nosotros, tiene dentro tanto flores como basura, y así la aceptamos. Nuestro trabajo es regar las flores de nuestro ser querido y no traerles más basura.

 

Cuando tratamos de cultivar flores, si no crecen bien, no las culpamos ni discutimos con ellas. Nuestro compañero es una flor. Si la cuidamos bien, crecerá maravillosamente. Si la cuidamos mal, se marchitará. Para ayudar a que una flor crezca bien, debemos entender primero su naturaleza. ¿Cuánta agua y sol necesita?

 

«Eres parte del universo; estás hecho de estrellas. Cuando miras a tu ser querido, verás que también está hecho de estrellas y lleva dentro la eternidad. Mirando de esta manera, naturalmente sentiremos reverencia hacia el ser amado».

 

Tich Nhat   hanh

 

Fuente: La Iluminacion Espiritual

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