RUSTICIDAD - Meditacion N° 357 del 23 Junio 2018 - 365 Meditaciones TAO





La risa de los campesinos es descomplicada.
La risa de los citadinos está llena de oscuros matices.
La ambición de los campesinos 
es hacer crecer bien sus cultivos.
La ambición de los citadinos es superar a otros.
La alegría de los campesinos 
es participar de las estaciones.
La alegría de los citadinos es alcanzar sofisticación.
Cuando ves gente urbana en la campiña, 
con frecuencia los puedes oír burlándose 
de la simplicidad de los campesinos. 
Después de todo, tenemos tantas palabras para
mofarnos de ellos: pueblerino, palurdo, 
campesino, paleto, patán, montañés, bruto,
zoquete, cabeza de repollo, simplón. 
Si uno se detiene a pensarlo, ¿son esas
descripciones peores que neurótico, compulsivo, estresado, ambicioso, ladino,
astuto, obsesivo, ávido de dinero, o nuevo rico?
Quienes siguen el Tao celebran la vida campestre 
por sobre la difícil existencia en las ciudades.
Aunque ciertamente no podemos regresar
a un modo de vida exclusivamente agrario, 
es beneficioso para nosotros 
considerar el ideal agrario.
La vida de ciudad es una construcción mental 
que colapsa una vez que dejamos de hacerla realidad.
Afánate en las ciudades, si debes hacerlo. 
Pero no olvides que hay poco valor último en ello. 
No olvides tu alma, y no olvides  que un marco rústico 
es la mejor manera de mantener tu alma.



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