LA CIENCIA RECOMIENDA LA MEDITACION PARA ENCONTRAR EQUILIBRIO Y FELICIDAD




Lo que desde hace miles de años es una práctica para trabajar el espíritu, hoy es una terapia recomendada por los médicos, ya que estudios probaron que no sólo reduce el estrés: también tiene la capacidad de modificar el cerebro.

Si bien, la meditación como ejercicio desarrollado en Oriente estuvo asociado en sus inicios de manera exclusiva a las creencias religiosas, actualmente se realiza con fines terapéuticos y de relajación, por los innumerables beneficios que otorga tanto al cuerpo, como a la mente.

“Es un estado de presente absoluto, de introspección, donde vives y contemplas el aquí y el ahora. Es lo que conocemos comúnmente como ‘poner la mente en blanco’”, señaló Valeska Alfaro, quien practica esta disciplina hace algunos años.

Según expertos, la meditación es una gran opción a la hora de reducir nuestros índices de estrés, que cada vez se incrementan más debido al ajetreado ritmo y los quehaceres diarios. “Llegar al estado pleno que busca la meditación no es fácil, requiere de una disciplina y mucho entrenamiento. Cuando esto se logra, puedes ver que el mayor beneficio es la liberación de la mente, que está trabajando constantemente, volviendo al pasado y al futuro y no nos permite vivir el ahora”, agregó Valeska.

Otra de las razones para practicar la meditación es que sería un detonante del buen humor, un aliado para disminuir los dolores físicos, la ansiedad, los dolores musculares y los problemas digestivos, además de ser un buen punto de partida cuando se requiere aclarar los pensamientos y lograr un estado de “conciencia plena”.

Actualmente, la meditación está cada vez mejor posicionada en el ámbito de la medicina clásica, donde incluso ha sido incluida como una terapia complementaria que ha dado muy buenos resultados, como una adición al tratamiento tradicional.

En Chile, cada vez son más los centros que ofrecen grupos para realizar meditaciones guiadas, para los principiantes y experiencias más avanzadas para quienes ya comenzaron. Muchos de ellos, además, mezclan esta práctica con técnicas como yoga o ejercicios que ayuden, a la vez, a mejorar las condiciones del cuerpo.



LO QUE DICE LA CIENCIA…

La meditación evita que tu cerebro envejezca: Un estudio elaborado por UCLA descubrió que las personas que practican meditación, en el largo plazo, tienen cerebros “menos viejos” que las personas de la misma edad que no lo hacen. Los participantes que han meditado por más de 20 años tienen más volumen de materia gris. “Esperábamos que la diferencia fuera mínima”, dijo Florian Kurth, autor del estudio, “sin embargo, observamos un amplio abanico de efectos de la meditación en distintas áreas de todo el cerebro”, agregó.

La meditación reduce la actividad “egoísta” del cerebro: La Universidad de Yale llevó a cabo un estudio que descubrió que la meditación disminuye la actividad en las zonas del cerebro que hacen que nos cuestionemos a nosotros mismos. Dado que éste tipo de pensamientos se asocia, tradicionalmente, a una menor felicidad, es la meta de muchas personas el disminuirlos.

Rivaliza en efectividad con los antidepresivos y ansiolíticos: Apenas unos pocos minutos de meditación pueden reducir el estrés y disminuir los efectos de una depresión. Un estudio realizado por la Universidad John Hopkins durante 2014 mostró que existe una relación entre la meditación y la capacidad de reducir los síntomas de la depresión, la ansiedad y el dolor. El científico a cargo de la investigación, Madhav Goyal, descubrió que el impacto de la meditación es similar al de los medicamentos para tratar la depresión. Según él, “después de todo, la meditación es una forma de entrenar el cerebro. Mucha gente tiene la idea que meditar es sentarse y hacer nada, pero eso no es verdad. La meditación es un entrenamiento activo de la mente para aumentar la conciencia”. Los científicos coinciden en que la meditación, si bien es poderosa, no es mágica: Pero sí es una poderosa herramienta para ayudar a manejar los síntomas de las personas con problemas.

La meditación podría cambiar el volumen de áreas claves del cerebro: En 2011, investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que la meditación puede, efectivamente, cambiar la estructura biológica del cerebro. El estudio mostró que 8 semanas de meditación (una especialmente hecha para disminuir el estrés) podría aumentar el grosor del hipocampo, el responsable del aprendizaje y la memoria. Asimismo, se registró una tendencia de disminución del volumen de la amígdala, responsable del miedo, la ansiedad y el estrés.

Unos pocos días de meditación mejoran la concentración y atención: Tener problemas de concentración y de atención no es sólo un tema de los niños; afecta a millones de adultos en todo el mundo. Un estudio reciente realizado en Canadá mostró un efecto interesante, pero no sorprendente, de la meditación: Aumenta considerablemente (sobre un 16%) las capacidades de concentración en la vida cotidiana, lo que genera mejoras en la calidad de vida y un aumento de la felicidad.

La meditación reduce la ansiedad (y las fobias sociales): Muchas personas comienzan a meditar por sus beneficios casi inmediatos en la reducción del estrés. Sin embargo, en los últimos años se han popularizado varias técnicas de meditación con fines específicos. Una de ellas es la creada por Jon Kabat-Zinn, del centro de Desarrollo de la Mente de la Universidad de Massachusetts, que ayuda a las personas a reducir su ansiedad cuando se enfrenta a situaciones sociales fuera de su zona de confort. Los estudios han mostrado que los efectos de un curso de 8 semanas de meditación pueden durar incluso años. La Universidad de Stanford confirmó en 2013 que técnicas de meditación enfocadas en bajar los niveles de ansiedad generaron cambios en el cerebro de los pacientes en las regiones que involucran la atención en sí mismos y la ansiedad producto de la presión social.

La meditación puede ayudar a enfrentar una adicción: Son varios los estudios que afirman esta teoría. Uno de ellos, llevado a cabo por la Sociedad Estadounidense del Pulmón, mostró que la meditación es incluso más efectiva que los programas para dejar de fumar y, además, la duración de su efecto es aún mayor que la de los tratamientos tradicionales. Esto se puede deber a que la meditación ayuda a desvincular el deseo del acto de fumar.

¿Y tú? ¿Te atreverías a mirar hacia tu interior para buscar tu propio bienestar?

Fuente: Vivo en Armonia




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