AGUA - Meditacion N° 349 del 14 Junio 2018 - 365 Meditaciones TAO



Gotas.

El agua que limpia,

Se acumula en la tierra.

Compasiva. Invasiva. Sutil.

Emerge un río reluciente.

Cuando pequeño, es débil.

Cuando grande, derriba montañas,

Enluciendo grandes acantilados

Arena.

La sabiduría clásica dice que no hay nada más débil que el agua, sin embargo cuando

está unida, puede volverse una fuerza titánica. Como un maremoto. O un río que

corta a través de desfiladeros. Esto es llamado lo que cede venciendo a lo duro.

Mirémoslo de otra manera. El agua no vence porque cede. Vence porque es incesante.

Persevera y no se rinde. Es constante. La roca puede bloquear el agua. La roca

puede incluso mantener el agua en un lago por miles de años. ¿Por qué no puede lo

que cede vencer a lo duro entonces? Porque no se puede mover. No puede hacer su

magia de ser incesante.

Tal como el agua debe ser capaz de manifestar su verdadera naturaleza de un modo

incesante, así también debemos expresar simultánea e incesantemente nuestra

verdadera naturaleza si hemos de ser exitosos en la vida. Si no, nos encontraremos

acorralados por las duras paredes de la realidad, y nunca seremos capaces de

abrirnos paso.

¿Pero cómo adquirimos tal perseverancia? Comenzamos pequeños. Como gotas.



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