Llueven jarros de agua fría

Somos amor, respiramos amor, sentimos amor…
Hasta aquí todo correcto y perfecto.
Y ¿por qué a veces llueven jarros de agua fría sobre nosotr@s?
No sé vosotr@s, pero ¿no os pasa que de repente el mundo se vuelve del revés? ¿Dónde esperas una sonrisa, te encuentras un ceño fruncido? ¿Dónde esperas unas palabras de aliento, te encuentras un grito de enfado? ¿Dónde esperas una mano tendida, encuentras una mano empujando?
No sé vosotr@s, pero hoy no dejo de pensar en ello, no logro despojarme de este desaliento que cubre mi alma, supongo que son días, que hoy siento abatimiento en mi ser y que mañana lo veré de nuevo todo diferente.
Mañana a la luz del sol volverá de nuevo la fortaleza y coraje para mirar a la vida cara a cara y buscar de nuevo el amor en cada objeto y en cada ser, para dar una sonrisa sin esperar otra de vuelta, para decir unas palabras de aliento sin esperar siquiera respuesta, para tender la mano aunque no quieran cogerla.
Dar y recibir es lo mismo (UCDM) pero a mí a veces esta lección… me resulta dura.
Mañana cuando me levante cogeré mis gafas y las limpiare bien, para ver la luz, no la del sol, sino la luz del amor y con ella volveré a caminar y porque no decirlo, volveré a tropezar una y mil veces, pero me levantaré de nuevo.
AUTORA: Rosa Francés Cardona (Izha)

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