Cebollas lactofermentadas: un alimento probiótico con muchos beneficios para tu salud





Gracias al proceso de lactofermentación las cebollas se convierten en potentes probióticos que nos ayudan a cuidar de nuestra salud digestiva a la vez que potencian nuestro sistema inmunitario.

La lactofermentación de algunos vegetales se ha vuelto bastante popular en los últimos años.
Este proceso no solo ayuda a conservar mejor sus propiedades sino que, además, mejora su digestibilidad y aumenta la presencia de cultivos vivos que le brindan muchos beneficios al cuerpo.
La palabra “lacto” se refiere a una especie específica de bacterias conocidas como Lactobacillus cuyas cepas están presentes en la superficie de las plantas, el tracto gastrointestinal y la vagina.
Fueron descubiertas por primera vez en los fermentos de la leche y, más adelante, se descubrió que también crecían en conservas o vegetales fermentados.
Dichos microorganismos tienen la capacidad de usar la lactosa y otros azúcares para producir ácido láctico que, además de actúan como conservante, aumenta la presencia de bacterias saludables en el intestino y previene el desarrollo de enfermedades.
Considerando que muchos están interesados en prepararlos para promover su bienestar, en esta ocasión queremos compartir la receta y las propiedades de unas cebollas lactofermentadas.
¡No dejes de probarlas!

Cebollas lactofermentadas: el probiótico que puedes preparar en casa

Las cebollas lactofermentadas son una forma muy interesante de potenciar los beneficios de este vegetal para el organismo.
Tal y como ocurre con otros tipos de probióticos, lo mejor es prepararlas en casa para garantizar que sus ingredientes son 100% orgánicos y libres de aditivos artificiales.
Para su elaboración se aconseja el uso de sal del Himalaya o de mar, dado que la sal refinada de mesa no cuenta con los mismos beneficios.
El producto resultante se puede agregar en las ensaladas, los sándwiches y muchas otras recetas que requieren el toque especial de la cebolla.

Ingredientes

  • 1 kg de cebolla
  • 5 cucharadas de sal del Himalaya (50 g)
  • 1 litro de agua destilada
  • Frascos de cristal de boca ancha

Preparación

  • Corta las cebollas en rodajas e incorpóralas en los frascos de cristal.
  • Disuelve la sal en el agua y usa el líquido para cubrir las cebollas cortadas.
  • Asegúrate de que quede una o dos pulgadas (unos 5 cm) de espacio para el gas de la fermentación.
  • Sella los frascos con sus tapas herméticas y guarda el cultivo en un lugar con una temperatura más o menos cálida.
  • Abre la tapa todos los días durante las primeras dos semanas de conserva, con el fin de liberar los gases acumulados de la fermentación.
  • Pasados uno o dos meses, las cebollas estarán listas para el consumo.
  • Si el producto adquiere un olor demasiado desagradable, tíralo y comienza de nuevo.

¿Cuáles son los beneficios de estas cebollas lactofermentadas?

Por su concentración de bacterias saludables y nutrientes esenciales, estas cebollas probióticas le brindan interesantes beneficios a la salud.

Mejoran el proceso de digestión

El consumo de estas cebollas fermentadas aumenta la capacidad de absorción de nutrientes durante el proceso digestivo y, de paso, facilita la correcta eliminación de los desechos.
Las bacterias vivas reconstruyen la flora microbiana del intestino y disminuye problemas como la inflamación, los gases y la indigestión.

Fortalecen el sistema inmunitario

Aunque algunos lo ignoran, la salud del intestino desempeña un papel muy importante en las funciones del sistema inmunitario.
Las bacterias saludables que nutren la flora bacteriana aumentan la respuesta inmunitaria y disminuye el riesgo de padecer infecciones por virus, bacterias y levaduras.

Protegen la salud cognitiva

Previene las enfermedades neurodegenerativas

La salud cerebral tiene mucho que ver con las funciones del sistema digestivo e inmunitario. Por lo tanto, el fortalecimiento de ambos sistemas también ejerce efectos positivos en las funciones cognitivas.
La presencia de cultivos vivos saludables en el intestino mejora la comunicación entre el sistema nervioso y el cerebro, de modo que optimiza el rendimiento mental.

Aportan poderosos antioxidantes

La técnica de lactofermentación ayuda a concentrar la cantidad de antioxidantes de los vegetales, y aumenta su capacidad para frenar los daños causados por los radicales libres.
Estos nutrientes reducen la inflamación, previenen el daño de las células y disminuyen el riesgo de desarrollar trastornos crónicos y envejecimiento prematuro.

Ayudan a perder peso
Por su capacidad para mejorar la digestión y los procesos metabólicos, este alimento probiótico es un buen apoyo para los que buscan perder peso de una forma sana.
A su vez, las bacterias saludables ayudan a regular varias funciones hormonales, por lo que controlan los antojos y otros procesos que influyen en el aumento de peso.
¿Estás lista para hacerlo en casa? Sigue las instrucciones y descubre cuán beneficioso es agregar fermentados en tu plan de alimentación.

Fuente: El Blog Alternativo

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