LOS Q’ERO: MITO Y REALIDAD



El mundo occidental aprecia con interés la difusión de la noticia de un pueblo perdido en los Andes peruanos con rasgos típicos de la cultura incaica, esta nación declarada patrimonio cultural en Perú desde 2007 se encuentra ubicada en la provincia de Paucartambo, en el distrito del mismo nombre, a 200 Km. al este de la ciudad del Cuzco, la antigua capital de la Cultura Inca. La nación Q’ero se compone de 5 comunidades de las cuales la Hatun Q’ero es la más importante, ubicada a una altura de 3700 msnm. posee una organización social semejante a los ayllus del período Inca. Los Q’ero conforman una población aproximada de 2500 comuneros que desempeñan sus actividades productivas en tres pisos ecológicos específicos: En la parte baja (Monte) se cultiva el maiz a una altura que oscila entre 1500 a 2500 msnm. Luego tenemos la parte media (Qheswa) donde se cultiva la papa a una altura entre 2500 y 4000 msnm. Por último la parte alta (Puna) donde los comuneros se dedican a la crianza de alpacas y llamas a una altura superior a los 4000 msnm.

Conocer la cosmovisión Q‘ero, permite comprender la ideosincracia sustancial del mundo andino, una forma armónica de vida y esplendor interrumpida 500 años atrás por la presencia hispánica. Los estudiosos e investigadores aseguran que los Q’ero presentan modelos de organización social, productivo y religioso intactos, conservados en la línea del tiempo que se remontan precisamente a la época Incaica. El territorio ocupado por las comunidades Q’eros es aún considerado de difícil acceso para la civilización moderna. El acceso vial construido en las últimas décadas en la provincia de Paucartambo ha permitido estrechar el contacto del mundo Q’ero con el Estado y la sociedad peruana. Por varios siglos el área ocupada Q’ero ha sido en un inicio de jurisdicción colonial y luego de la independencia, haciendas propiedad de terratenientes criollos, en ningún caso se logró alinear por completo a la población civil con la nueva religión oficial ni con la educación de proveniencia occidental.

Una expedición realizada por antropólogos y estudiosos de etnología y folklore encabezada por Oscar Nuñez Del Prado pudo determinar en la década del 60’ del siglo pasado, la presencia de elementos, comportamientos, lengua, mitos y tradiciones que se identificaban como vigentes desde la época Incaica, era probablemente el inicio del umbral de encuentro entre un mundo perdido y la civilización occidental actual. En el momento presente existe una documentación vasta sobre la nación Q’ero, las investigaciones sociodemográficas, linguísticas, antropológicas y audiovisuales han permitido la apertura al mundo de este legado cultural milenario.

MITOS MODERNOS ACERCA DE LOS Q’ERO

La apertura de las comunidades Q’ero al mundo globalizado ha permitido conocer la esencia de la ideosincracia y paradigma andino, sin embargo esta apertura ha provocado -como era de esperarse- exageraciones y mitos modernos acerca de la vida de estos pacíficos pobladores quechuas. La exposición de los presentes mitos tienen el propósito de contribuir a fin que la cultura Q’ero conserve su esencia etnohistórica, como patrimonio de la cultura peruana, y porque no de la humanidad.

LOS Q’ERO SON LOS HABITANTES DE LAS NUBES. En algunos círculos místicos se escucha decir de manera infundada que los Q’eros habitan por encima de los “5 mil metros”, razón por la cual se hallan protegidos por las alturas de las montañas y la presencia constante de neblina en el lugar. Hoy sabemos que los Q’ero conforman un macroayllu que se desplaza y ocupa tres pisos ecológicos que varían desde los 1500 msnm. con el acceso a la selva alta o monte, hasta las punas de 4500 msnm. medio ideal para el pastoreo de llamas y alpacas. El poblador Q’ero sin embargo, habita a una altura media de 3,700 msnm. La presencia de neblina obedece al contraste de los vientos fríos andinos con la afluencia del calor proveniente de la alta Amazonía peruana.
LOS Q’ERO VIVIERON ENCERRADOS EN LOS ALTURAS ANDINAS POR 500 AÑOS. Se escucha decir de un “mundo perdido” o encerrado en el tiempo, una población indígena autártica que ha sabido autopreservarse aún después de la ocupación hispánica en el siglo XVI. Aún cuando el territorio Q’ero parezca inaccesible para el mundo occidental, esto es difícil de sostener debido a la eficiencia de la red de caminos Inkas (Qhapac Ñan), que cubría todo el territorio del Tawantinsuyo y que permitía a todo ayllu mantener contacto exterior por razones de comercio, trueque, festividades y/o representación social. Cuando el Tawantinsuyo fue subdividido y repartido en la época de la colonia para su administración, es probable que los Q’ero como toda comunidad, hayan tomado parte forzoza en las mitas o minkas coloniales y con obligaciones tributarias a las cuales todo ayllu incaico estaba sometido.
LOS Q’ERO SON LOS ÚLTIMOS INCAS. Probablemente lo sean, pero hay que considerar que la cultura incaica se encuentra impregnada en la sangre de cada poblador andino, a lo largo y ancho de este vasto territorio. Existen por ejemplo cientos de comunidades indígenas dispersas en las alturas de las montañas andinas de regiones como Apurimac, Ayacucho, Huancavelica, Arequipa, Cusco y Puno, con perfiles etnográficos similares a Q’ero y que conservan de la misma manera costumbres y tradiciones ancestrales que se remontan a la época prehispánica.
LOS Q’ERO CONSERVAN LA PUREZA DE LA SANGRE INCA. Semejante al mito anterior, probablemente los Q’eros conserven buena parte del ADN Inca de modo inamovible, aunque probablemente vale la pena considerar que luego de la ocupación hispánica el territorio peruano fue sometido durante 5 siglos a un proceso constante de mestizaje etnocultural, que hace difícil distinguir a alguien que posea un linaje intacto de sangre. En la actualidad, los Q’ero como todas las comunidades indígenas presentan numerosos nombres y apellidos de origen occidental fruto precisamente de este proceso sincrético de convergencia cultural.
LOS Q’ERO SON DESCENDIENTES DE LOS INCAS DE VILCABAMBA. Cuando se habla de Incas de Vilcabamba se hace referencia a la historia de Manco Inka, uno de los últimos gobernantes Inkas sublevado en contra de la colonia en la segunda mitad del siglo XVI, ocupando una región adyacente al actual territorio Q’ero. En un inicio este Inca hermano menor de Huáscar y Atahualpa fue desginado monarca por la propia corona española, como estrategia política y religiosa para lograr la cooperación de la población con el proceso de colonización. Cuando la rebelión fue aplastada, el ejército Inca fue descompuesto y trasladado en diferentes territorios conquistados con el fin de realizar trabajos forzados. Es probable eso sí, que luego de la captura y ejecución de los líderes sublevados, el sentimiento de rechazo e inconformidad se halla mantenido pos siglos en la población civil, como lo demuestran las tradiciones orales transmitidas hasta el día de hoy.
LOS Q’ERO SE DEDICAN UNICAMENTE AL CHAMANISMO. Con los Q’ero el conocimiento o sabiduría ancestral se ha enriquecido notablemente, eso no se puede negar y hay que agradecer el aporte a la espiritualidad por parte de los chamanes Q’ero. Probablemente se comete el error de pensar que los Q’ero son un conjunto de maestros chamanes que se dedican únicamente a la lectura de la hoja de coca y a celebrar las ofertas con la pachamama. En realidad los Q’ero son mucho más que esos preceptos, esta nación posee una riqueza folklórica impresionante, matizado por su vestimenta, costumbrismo, música y danzas. Para los Q’ero la espiritualidad va necesariamente unida al estilo de vida del poblador andino, con lo cual no se deben descuidar otros aspectos importantes como la vida productiva, la organización social o las festividades locales.
LOS Q’ERO SOLO BUSCAN FOMENTAR EL TURISMO ESPIRITUAL. En los últimos años los Q’eros han pasado a formar parte de las rutas de turismo místico, lo cual tiene un lado positivo, pues obviamente permite atraer recursos económicos de turistas provenientes del exterior que benefician a las familias Q’ero, el factor controversia se halla en el abuso que pueda acarrear este tipo específico de actividad por parte del capitalista extranjero y que de un tiempo a esta parte desvirtuen las prácticas ancestrales originarias perdiendo su esencia con lo sagrado.
LOS Q’ERO SON ARTIFICES DEL MITO DE INKARRI. Gracias a los Q’ero conocemos con detalles una de las versiones originales del mito de Inkarri, es decir ese “sentimiento” –precisamente- de retorno del Inka para poner orden al territorio del Tawantinsuyo luego de 500 años de trasncurrido el último pachacuti o período de grandes cambios. La versión de los Q’ero demuestra la subsistencia de las tradiciones orales que se pasan de generación en generación por siglos, sin embargo se ha demostrado la presencia de este mito en otras comunidades indígenas altoandinas acerca del retorno del monarca Inca, como el encontrado por Josafat Roel Pineda y José María Arguedas en el Sur de Ayacucho hace ya varias décadas.
Los Q’ero son una cultura originaria importante no solo para el Perú, sino para toda la humanidad. En la actualidad viven alertados por la amenaza de la explotación minera de sus suelos y el cultivo ilegal de la hoja de coca por parte del narcotráfico proveniente de la región amazónica. Los Q’ero merecen ser escuchados y comprendidos en su esencia y verdadera dimensión, considerando para ello que espiritualidad y vida cotidiana son ejes que van en la misma dirección, por lo cual resulta poco conveniente hablar de espiritualidad Q’ero sin considerar su cultura, música, folklore, pensamiento, producción económica o tradiciones orales, el mundo andino es un universo holístico en donde todo va unido y por lo mismo, cada aspecto de la realidad merece ser considerado con igualdad de oportunidades.


Por Arnaldo Quispe
Fuente: Takiruna







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