EL PODER DE ELEGIR





Podemos elegir la vida que queremos vivir y podemos apostar e ir a por ello. Muchas personas creen que no pueden elegir y por eso no se deciden a cambiar o afrontar nuevos retos en sus vidas.

Decía Henry Ford: “Si crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, tienes razón”. Importa donde quieras poner el foco de tu atención, si crees que puedes lograr algo seguro que haces todo lo posible para que eso ocurra.

Nuestras creencias influyen en nuestra eficacia.

Lo que diferencia a una persona que es protagonista de su vida, de otra que va de víctima por la suya, es la confianza y la calidad de su autoestima.

Cuando una persona tiene confianza en si mismo y en la vida, dispone del valor para obrar, tiene ánimo para llevarlo a cabo y la decisión de ir a por ello, desapegándose del resultado final.

La buena autoestima es aquella que hace que tengamos una buena valoración de nosotros mismos; no es difícil encontrar personas que tienen una buena autoestima profesional y una baja autoestima personal o viceversa.

Cuando tenemos una buena autoestima, disfrutamos con los retos, nos respetamos y hacemos respetar, tenemos más pensamientos positivos y mayor seguridad en nosotros.  

Por eso es de vital importancia, que todos y cada uno de nosotros dediquemos tiempo a profundizar en el conocimiento de nosotros mismos, que prestemos atención a todo aquello que pensamos, sentimos o hacemos de manera negativa  y que nos están dificultando experimentar nuestro liderazgo.

La finalidad de la auto conciencia y del auto conocimiento es ser la mejor versión de nosotros mismos y alcanzar una vida mucho más plena, ese es el verdadero liderazgo. Sólo aquellos que se conocen bien a sí mismos, son capaces de identificar que subyace en sus inconsciente para poder llevar a cabo transformaciones, desarrollando su máximo potencial y auto-dirigirse con éxito en la vida.



LOURDES MORALES

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