Las
armas más valiosas son objetos nefastos, no son instrumentos para el
hombre
de Tao.
Las
armas son instrumentos de desgracia, no son instrumentos para el rey.
El
hombre de Tao utiliza como sitio de honor, en su hogar, la izquierda, y
para
las armas, la derecha.
Sólo
en los casos inevitables hace uso de las armas.
Luego,
si vence, no celebra la victoria, no halla placer en ella.
Si
hallase placer en ella significaría que se complacía en la matanza de los
seres
humanos.
Pero
el que se complace en la matanza de los seres humanos no verá cumplida su
voluntad.
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