Vive
unificado en ti. Lo externo no es más que un reflejo de lo interno, como la
luna reflejada en el agua. Lo interno no es más que otro reflejo del gran
Corazón, como el sol dando brillo e imagen a la luna. Por tanto, lo Uno, el
Corazón, es la verdad que vive siempre en ti, la pura llama de conciencia del
Ser, siempre brillando, siempre vibrante en el eterno instante. Todos somos
Uno. Todo se clarifica al asentar el alma en su fuente, en su claridad no-dual
y unísona. Se desvela en la paz, en la quietud, en el silencio que no lucha con
nada y que es con todo hermandad y dicha.
Tú
ya eres todo lo que puedas estar buscando, el camino y la meta, la búsqueda y
el hallazgo. Principio y fin parten y llegan a ti. El silencio conjuga en
sinfonía a la vida en armonía, a la vida en ti, como sol interior irradiando
sus destellos de conciencia unificadora; sol del corazón que late en amor, en
la dicha presente que respiras, siendo ya y por siempre todo lo que eres, luz
de la verdad manifiesta en ti, en el corazón infinito, eternamente uno, que
todo lo contiene.
Fuentee:
Las Letras del Aire
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