XXIV
La complacencia nociva.
El
que está en puntas de pié, no está firme.
El
que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.
El
que se exhibe no es luminoso.
El
que se celebra pasará inadvertido.
El
que se exalta a sí mismo no es excelso.
Estos,
comparados con el Tao, son como "Exceso de alimento y desenfreno en la
acción",
hechos que repugnan a todos.
Por
lo tanto, quién posee el Tao los ignora.
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