ACTIVA LOS FRUTOS SECOS Y SEMILLAS PARA APROVECHAR SUS BENEFICIOS

 


Son dos de los tipos de alimentos más completos si los activamos correctamente para disfrutar de sus propiedades. Te enseñamos cómo hacerlo.

Por Daniela Selene Petkovich

Estos alimentos son verdaderos tesoros de la naturaleza. Y es que en ellos residen nutrientes necesarios y saludables para el ser humano. Si sigues una alimentación basada en plantas o simplemente quieres incorporar las propiedades de estas maravillosas formas de vida, te enseñamos a activar semillas y frutos secos para aprovechar sus múltiples beneficios.

 

¿POR QUÉ DEBEMOS ACTIVARLOS?

Es conocido que tanto los frutos secos como las semillas generan vida y además transmiten energía a quien las consume. Pero al ser extraídos de la naturaleza, sus niveles energéticos quedan contenidos.

 

En ese sentido, todas las plantas han desarrollado sistemas que les facilitan la autoprotección: algunas semillas se protegen con cáscaras, vainas o capas de celulosa, así como también con frutos muy conocidos, como el tomate. Estas cáscaras y elementos sirven a modo de barrera para evitar la germinación de semillas en medios adversos.

 

Es por eso que debemos activar semillas y frutos secos, para permitir su digestibilidad y aprovechar todas sus propiedades latentes.

 

UNA BARRERA MÁS: LOS ANTI-NUTRIENTES

No sólo las cáscaras y cortezas los protegen. También existen componentes que resguardan que proliferen en sitios no convenientes: los anti-nutrientes, llamados así debido a que no permiten que aprovechemos todos sus beneficios, vitaminas y minerales.

 

Algunas de estas sustancias son el ácido fítico, inhibidores enzimáticos, taninos, polifenoles, oxalatos y micotoxinas. Todos estos pueden impedir la asimilación de minerales, proteínas y grasas buenas. Incluso puede que algunos, como los polifenoles, te suenen muy bien ya que son antioxidantes y protegen la salud, pero en su cara negativa bloquean la absorción de cobre y hierro, dos minerales fundamentales.

 

¿CÓMO LOS ACTIVAMOS?

Todo en la naturaleza posee inteligencia propia y por eso es muy fácil lograr que los frutos secos y semillas recuperen la energía original que poseen: con tan sólo remojarlos en agua activamos sus enzimas para facilitar la digestibilidad y mejorar sus propiedades.

 

Luego de haberlos remojado, el proceso sigue al colarlos para quitarles el agua sobrante y puedes: o bien comerlos enseguida o guardarlos hasta tres días en la heladera así se mantienen frescos.

 

Los anti-nutrientes se neutralizan en entornos de humedad y calor que permiten la germinación de las semillas. Al remojarlas en un ambiente templado, se simula el riego de las lluvias, favoreciendo su crecimiento y despliegue.

 

¿QUÉ ALIMENTOS ACTIVAR?

Tanto las legumbres como los frutos secos, las semillas y algunos cereales deben ser activados. Sin embargo, no todos de la misma manera ni por la misma cantidad de tiempo:

 

Las legumbres al remojarlas aumentan su tamaño, por lo que se recomienda poner cuatro partes de agua por una parte de legumbres, durante 24 horas.

Los frutos secos como las almendras y las nueces poseen gran cantidad de fitatos y taninos, por lo que es necesario activarlos. Lo ideal es dejarlos en remojo entre 4 a 6 horas en agua tibia, con una cucharada de sal marina por cada litro de agua.

Las semillas se ponen en remojo en agua con sal durante 2 a 4 horas. A excepción de las semillas de chía y las de lino, que no deben ser remojadas ni activadas previamente.

Los cereales como la avena y la quinoa se activan en agua templada con jugo de limón o vinagre de manzana, aproximadamente una cucharada por taza de agua, durante 4 a 8 horas. Esto favorece la asimilación de proteínas y nutrientes.

Ahora que ya conoces cómo activar cada tipo de alimento, puedes empezar a cocinar platos deliciosos y saludables con estos frutos que nos regala la naturaleza.

 

Fuente: BIOGUIA


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