El azúcarrefinado es en
una de las opciones más habituales a la hora de aportar un sabor dulce a
comidas, postres o bebidas. De hecho, se consume sin saberlo en alimentos
industrializados de todo tipo, incluídos aquellos que se venden bajo la
etiqueta de saludables
El azúcar refinado no
puede considerarse un alimento, pues no aporta ningún nutriente esencial al
organismo, y sí calorías y otros efectos secundarios que esconde dulce y
adictivo sabor.
EFECTOS NEGATIVOS DEL
AZÚCAR BLANCO EN NUESTRA SALUD
v El consumo de azúcar refinado es negativo
para la salud pues para su correcta asimilación, el organismo utiliza vitaminas
del grupo B y calcio; esto, como es evidente, conlleva una carencia en ambos
nutrientes, pudiendo causar fatiga crónica.
v Es un alimento acidificante, y para poder
neutralizarlo, el organismo recurre a bases alcalinas, como el caso del calcio,
extrayendo las reservas de este mineral que existen, sobre todo, en los huesos.
v Puede perjudicar el crecimiento en la
infancia, al provocar descalcificación.
v Puede causar alteraciones de conducta, como
por ejemplo hiperactividad.
v Conjuntamente con una dieta pobre en fibra
puede favorecer el riesgo de cáncer, así como de otros trastornos y
enfermedades: enfermedad de Crohn, cálculos biliares, cardiopatías y diabetes.
vEl consumo de azúcar
refinado y en conjunto con el consumo de harinas igualmente refinadas se asocia
a la aparición de la candidiasis, condición que consiste en la elevación
anormal de la población del hongo candida albicans, que puede causar múltiples
síntomas y patologías de difícil diagnóstico y tratamiento, y que pueden
irdesde alteraciones en el sistema digestivo, a nivel de estómago o intestino
delgado, por ejemplo, hasta dolores musculares crónicos, alergias, etc.
v Puede producir déficits nutricionales de
vitaminas del grupo B, y minerales como el calcio.
v Riesgo de sobrepeso y obesidad.
v Favorece el aumento de colesterol y
triglicéridos.
v Altera la flora intestinal.
v Puede causar desequilibrio glucémico.
Esto sin contar con el
consumo de harinas de trigo, maíz y otros cereales que en el proceso digestivo
se transforman en azúcar.
El azúcar refinado no
es lo que nos da la naturaleza, no es puro. Este no tiene ya las combinaciones
de enzimas, vitaminas y minerales, que permiten que el azúcar pueda
proporcionar energía y ser asimilado.
“Entonces, el organismo
se ve obligado a ceder reservas propias de vitaminas (en particular tiamina),
enzimas y minerales, para asimilar la sacarosa o azúcar blanco; con la
consiguiente alteración del metabolismo y funciones normales de los órganos que
pierden dichos biocatalizadores, lo que conduce a la secuela de enfermedades
mencionadas. El azúcar blanco, pues, no sólo no nutre, sino que literalmente le
roba al cuerpo nutrientes que ya posee. Por si fuera poco, el blanqueo y
pulitura del azúcar blanco requiere de algunas sustancias químicas como el
ácido fosfórico (usado en la industria como corrosivo), de efectos
perjudiciales para la salud.
Las grandes reservas de
tiamina (vitamina B1) están en el corazón y el hígado; entonces cuando el
consumo de azúcar refinado es alto, se requieren de cantidades extras de
tiamina; ¿donde las busca el sistema?, simplemente en las reservas. Luego el
corazón y el hígado no podrán cumplir sus funciones a cabalidad por la falta de
tiamina. Las fallas hepáticas y cardiacas pueden conducir rápidamente a la
hipoglicemia, debilidad general, incluso la muerte.
La tiamina se encuentra
en forma natural en las frutas, en la caña de azúcar. El jugo de caña contiene
azúcar, pero también tiene tiamina, por tanto no hay problema, allí no hay
merma en las reservas del cuerpo. Todo lo contrario ocurre cuando se consumen
tortas, galletas, azúcar sintética, cereales preparados con azúcar, café
endulzado, helados, pudines, refrescos, golosinas y otros; introducimos al tubo
digestivo grandes cantidades de azúcar refinado para ser digeridos y nada de
tiamina u otras vitaminas del complejo B, para ayudar al procesamiento.
Por lo tanto no es solo
el temor a las caries dentales, es también el temor a las dolencias cardíacas,
problemas endocrinos, nerviosos, el envejecimiento y la muerte prematura, lo
que nos debería conducir a erradicar el vicio de consumir azúcar refinado.
También se conoce que el beriberi se debe a la falta de vitamina B1 y el
consumo de alcohol destruye la tiamina corporal; de tal manera que a los
alcohólicos se les observa edema en todo el organismo.
Diversos especialistas
han llegado a la conclusión, que el azúcar refinado puede inducir al cáncer a
través del siguiente mecanismo: La célula del organismo secreta productos de
desecho llamados radicales libres. A través de las enzimas, neutraliza los efectos
negativos de los radicales libres. Estas enzimas protectoras requieren de un
balance adecuado de minerales para ser efectivas y cuando el azúcar reduce los
minerales del cuerpo, las enzimas no son tan efectivas en su función de
protección. Se incrementa entonces la presencia de radicales libres que pueden
causar una reducción en la disponibilidad de oxígeno para las células, esto a
su vez puede llevar a la generación de sustancias celulares cancerígenas.
El sistema nervioso
consume grandes cantidades de azúcar y oxígeno, nuestro cerebro es el órgano
más sensible a los altibajos del azúcar en sangre. La cantidad de glucosa en
sangre debe estar en equilibrio con la cantidad de oxigeno sanguíneo. En una
situación en la cual el nivel de azúcar en la sangre es relativamente bajo,
tiende a hacer pasar hambre a las células del cuerpo, especialmente a las
cerebrales. Cuando estos altibajos de azúcar se producen sobrevienen las crisis
de nervios, los daños endocrinos a las glándulas adrenales, al páncreas, etc.
En las mujeres se
presenta una ligera acidosis en los ovarios, y esto les produce dolores
menstruales. En los niños produce: HIPERKINESIA, afección ésta que se
caracteriza por una constante agitación e inestabilidad emocional, rabietas
frecuentes, llantos, depresiones, etc., así como ANOREXIA (falta de apetito) no
desean otra cosa que no sean dulces, caramelos y refrescos. También
enfermedades alérgicas, ya que el sistema inmunológico se debilita.
En hombres y mujeres
produce HIPOXIA (escasez de oxígeno en sangre) y por tanto vejez prematura y
SENILIDAD.
El proceso digestivo
del azúcar es realmente sencillo y, en pocos minutos unos gramos de sacarosa o
almidón se han convertido en glucosa y pueden pasar a nuestra sangre. El
organismo pone funcionamiento una serie de medidas de emergencia, para evitar
la alteración de los niveles homeostáticos previsibles, es decir, el nivel de
azúcar normal en nuestra sangre, tiene que estar dentro de ciertos márgenes,
los cuales son registrados por el organismo, a través de quimioreceptores
hipotalámicos, e inmediatamente el sistema nervioso desencadena las respuestas,
es decir, da órdenes a las glándulas endocrinas (en especial el páncreas) para
regular la glicemia. Pero si cada cierto número de horas, o minutos, estamos
introduciendo azúcar en nuestro cuerpo, el organismo no puede responder
adecuadamente a estos desbalances de la homeostasis. La sangre tiende a
acidificarse con los excesos de azúcar y esto pudiera generar un coma
diabético. Ello no ocurre mientras el organismo pueda deshacerse del azúcar
sobrante. Nuestro cuerpo, integralmente, se pone en emergencia: trasforma el
azúcar en glucógeno y lo almacena. Pero nuestro organismo no puede guardar
cantidades ilimitadas de glucógeno. Gran parte del azúcar es trasformado en
moco y desechado a través de la mucosa de los bronquios o intestinos. Otra
parte es trasformado por el hígado en triglicéridos, es decir, grasa, manteca,
cebo.
Nuestra resistencia al
mundo microbiano desciende abruptamente y nos hacemos proclives a toda clase de
virosis e infecciones bacterianas, micóticas y procesos autoinmunes o
alérgicos.
La sacarosa que
ingerimos a diario, perturba el equilibrio calcio-fósforo más que ningún otro
factor aislado, de manera que sube el calcio en la sangre (produciéndose
debilidad en los huesos y dientes) y baja el fósforo (llevando al individuo a
sentirte débil, sin energía, sin fuerzas ni para soportar su propio peso).
Cuando desaparece el efecto del azúcar hay un rebote del sentido contrario. Esta
inestabilidad podría ser controlada por el organismo, si no se presentara tan
frecuentemente. La relación entre calcio y fósforo debe ser mínimo 1:1, por lo
tanto, al haber un exceso de calcio en la sangre, el organismo no lo puede
asimilar, de manera que lo excreta por la orina, generando cálculos renales, o
lo deposita en las articulaciones produciendo dolores, calcificaciones y
artritis. Asimismo la relación del magnesio con el calcio (1:2), es
indispensable para una correcta asimilación de este último.
Para que tengas una
idea de la diferencia entre un alimento refinado y otro integral, compara el
contenido en minerales y vitaminas del azúcar refinada con la panela, chancaca,
raspadura, papelón o piloncillo, como también se le llama al azúcar integral en
diferentes países.”[i]
Gracias Querida Amiga, debems multiplicar este mensaje mil veces... PD Ahora recien entiendo todo lo que me decias..
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