El cuerpo es un
microcosmos apabullante. En él ocurren millones de procesos en tan sólo 1
minuto. No obstante, es difícil percatarnos de cuán resiliente es nuestro
organismo –algo que, por cierto, nos recuerda nuestra naturaleza–. Pero
realmente lo es a grados increíbles.
Podría ser que nuestro
organismo sea todavía más resiliente de lo que pensamos.
Tanto así, que (al
borde de lo increíble) es posible que aloje la cura del cáncer.
Así lo cree un equipo
de científicos de la Universidad del Noroeste que ha pasado 8 años estudiando
el genoma humano y sus moléculas reguladoras. Según sus investigaciones, el
cuerpo tiene un mecanismo muy específico que activa la autodestrucción de las
células cancerosas.
Se trata de un
mecanismo desatado por las moléculas del ARN (ácido ribonucleico), cuya función
es evitar la proliferación de células malignas. Se cree que estos mismos
organismos multicelulares podrían haber evitado que el ser humano tuviese
cáncer “antes del desarrollo del sistema inmunológico”, según dijo Marcus
Peter, encargado del estudio, en un comunicado.
Y probablemente este es
también el mismo mecanismo que ayudó a contrarrestar el cáncer durante siglos,
antes de que el estilo de vida contemporáneo nos hiciera tan proclives a él y
se esparciera, en consecuencia, de manera masiva.
Pero, ¿qué activa el
mecanismo autodestructor del cáncer?
Este mecanismo es lo
que Peter y su equipo llamaron DISE (por sus siglas en inglés). Es un ciclo de
muerte celular presente en las moléculas ARN el cual, al parecer, es desencadenado
por eventos muy específicos que por ahora siguen siendo un misterio. Por eso,
los científicos están estudiando las secuencias de nucleótidos de las moléculas
de ARN, para así saber cómo se activa en ellas el mecanismo de autodesturcción
de las células cancerígenas. Hasta ahora, se sabe que las secuencias asociadas
al mecanismo DISE están presentes en un extremo de muchas cadenas de ARN
encargadas de suprimir los tumores.
Y a raíz del último
estudio realizado por el equipo, se sabe que nuestras células cortan una cadena
de ARN más grande, la cual codifica una proteína del ciclo de muerte celular
llamada CD95L, en múltiples moléculas. A esto le llamaron “el código de
eliminación”, el cual podría ser activado sin quimioterapia.
Pero quizá no sea tan
difícil saber qué activa el mecanismo DISE como por qué no siempre se activa…
Es probable que el
mecanismo no se active siempre por una razón de supervivencia, por lo cual este
equipo de científicos aún tiene mucho que investigar sobre la resiliencia
molecular. La cuestión está en acumular suficiente conocimiento e información
sobre estos mecanismos como para poder simularlos –o estimularlos en nuestras
moléculas– sin alterar el genoma, lo que supondría una innovación integral en
los tratamientos contra el cáncer.
Según dijo Peter en un
comunicado el mes pasado:
Ahora que conocemos el
código de eliminación, podemos activar el mecanismo sin tener que usar
quimioterapia y sin alterar el genoma.
Esto permitiría
combatir de manera mucho más eficaz el cáncer, una enfermedad tenaz que tiene
la capacidad de cambiar su localización en el cuerpo y contra la cual se deben
encontrar tratamientos que no luchen sólo contra un gen a la vez. De esta forma
se podrían combatir tipos de cáncer tan celularmente diversos como el
pancreático, pulmonar, cerebral y ovárico, lo que es una gran noticia.
Fuente: ECOOSFERA
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