LÚPULO, ENREDADERA ALIADA DE LA SALUD FEMENINA

 


El lúpulo es conocido por ser un ingrediente de la cerveza, a la que aporta su característico sabor amargo, pero también es una poderosa planta medicinal destinada a aliviar afecciones nerviosas, ginecológicas o digestivas.

Jordi Cibrian

 

El lúpulo Humulus lupulus L. es una planta bien conocida y muy empleada en Europa desde la Antigüedad. Su nombre genérico Humulus puede derivar del latín humeo por humedad, en alusión clara al ambiente donde prospera. Y su nombre específico lupulus, tal vez haga referencia a Lupus salicarius o lobo de los sauces, por su tendencia a enredarse en el tronco y ramaje de los sauces que crecen en las riberas, a los que puede llegar a asfixiar.

 

El lúpulo es una de las mejores plantas medicinales para el tratamiento de los problemas nerviosos y los que afectan a la mujer madura. Persas y egipcios lo consumían como bebida sagrada y en la India de hace tres mil años ya se hacía lo mismo con una bebida conocida como soma, elaborada con lúpulo, y que los sacerdotes védicos empleaban con frecuencia en rituales religiosos. En la antigua Roma se utilizaba el lúpulo para sazonar diversos platos.

 


Planta del lúpulo en el campo

La legendaria etnobotánica germánica Hildegarda von Bingen ya hace mención del lúpulo como medio para evitar la putrefacción de las bebidas, como un eficaz conservante, pero también como remedio para disipar la melancolía. Y Paracelso lo recomendaba para afrontar problemas de la digestión. Ya durante el Renacimiento en Europa el uso medicinal del lúpulo estaba muy extendido, y en el siglo XIX se empezó a integrar como agente nervioso para tratar el insomnio y, por sus posibles efectos estrogénicos, para aliviar algunas dolencias femeninas.

 

Cómo es y dónde se encuentra el lúpulo

Ilustración flor de lúpulo

El lúpulo es una planta enredadera, emparentada con el cáñamo, que crece en riberas de ríos y lagos, marismas y pantanos, y también en setos húmedos. Se cultiva tanto a nivel industrial como a nivel familiar para la elaboración de cerveza y en viveros medicinales. Según datos del año 2018, el principal productor mundial de lúpulo era Estados Unidos, seguido de Alemania, la República Checa, China, Polonia y Eslovenia. España ocupaba entonces el noveno lugar.

 

Como planta enredadera, en su estado natural, el lúpulo crece agarrada a otras plantas de ribera, como carrizos, juncos, sauces y otras matas ribereñas. Presenta un rizoma reptante, tallos volubles y hojas grandes, de márgenes aserrados, las superiores con frecuencia divididas en lóbulos. Es una planta dioica, con flores masculinas y femeninas en plantas distintas. Las masculinas son verdosas y cuelgan en panículas. Las flores femeninas, por su parte, aparecen en forma de conos péndulos, protegidos por escamas verdes. Son estos conos y el polvillo que los recubre –lupulino– la parte utilizada para la elaboración de la cerveza y para las aplicaciones medicinales.

 

Principios activos del lúpulo

La parte medicinal, como se ha dicho, son los conos o inflorescencias femeninas, llamados estróbilos, y el lupulino, un polvillo de color amarillento que recubre estas flores y que te queda en las manos cuando las tocas. La composición del lúpulo incluye estos principios activos:

 

Principios amargos, humulona, lupulona, lupulina (que aporta el sabor amargo a la planta y a la cerveza).

Aceite esencial (humuleno, mirceno, borneol).

Fitoestrógenos.

Ácidos fenólicos, ácido clorogénico y ferúlico.

Polifenoles: flavonoides, rutósido, quercitósido.

Ácidos clorogénico, ferúlico.

Taninos.

Vitaminas E, B y C.

Estos principios activos confieren al lúpulo virtudes sedantes, hipnóticas, antiespasmódicas, antiinflamatorias, analgésicas, antisépticas, aperitivas, digestivas, estrogénicas (hormonales), cicatrizantes y antifúngicas.

 

Jordi Cebrian-Webconsultas

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