ACEITE DE ARGÁN PARA LA CARA, EL PELO Y LAS UÑAS: QUÉ PROPIEDADES TIENE Y CÓMO USARLO

 


Las mujeres del sur de Marruecos utilizan desde tiempos remotos en su piel y cabello este aceite muy rico en vitamina E, cada vez más presente en cosméticos. Descubre cómo usarlo en la piel del rostro, el cuerpo, el pelo y las uñas.

El aceite de argán nutre y da brillo de forma natural tanto a la piel como al cabello.

Yvette Moya

 

Aceite de argán: propiedades nutritivas y reparadoras

Cómo se utiliza el aceite puro de argán

Cómo se obtiene el aceite de argán

Valor medioambiental del argán

A los laboratorios cosméticos que en los años ochenta empezaron a interesarse por el aceite de argán no se les pasó por alto que las mujeres bereberes lo llevaran utilizando desde tiempos inmemoriales para cuidar su piel.

 

Lo que la tradición sugería se confirmaba científicamente: el aceite era especialmente hidratante y protector por su alto contenido en ácidos grasos y tocoferoles (vitamina E).

 

Hoy, en gran medida gracias al auge de la cosmética natural, este aceite marroquí raro y valioso empieza a encontrarse entre los ingredientes de un número creciente de cremas y productos para la piel, además de venderse en estado puro en herboristerías y tiendas especializadas. Puede usarse para la piel del rostro, del cuerpo, el pelo y las uñas. Te contamos cómo usarlo.

 

ACEITE DE ARGÁN: PROPIEDADES NUTRITIVAS Y REPARADORAS

El argán (Arganda spinosa) es un árbol espinoso del que se obtiene un aceite esencial muy valioso a nivel cosmético. Sus beneficios a nivel cosmético son muchos:

 

Nutre y protege la piel. Sus ácidos grasos insaturados, que intervienen en la función de barrera de la epidermis, le otorgan propiedades hidratantes, nutritivas y protectoras.

Rejuvenece la piel. Su riqueza en vitamina E (70 mg / 100 g) actúa, por otra parte, como un potente antioxidante que neutraliza el proceso de envejecimiento cutáneo. Así, el aceite restaura la barrera cutánea, activa las funciones vitales de las células y atenúa las arrugas. Posee también propiedades cicatrizantes y antirreumáticas.

Fortalece pelo y uñas. En la tradición bereber las mujeres utilizan el aceite de argán para cuidar la piel seca y arrugada, nutrir y revitalizar el cabello frágil y fortalecer las uñas quebradizas.

Tiene propiedades curativas. Se recomienda contra grietas, acné, irritaciones, eccemas y quemaduras

Ideal para dar masajes. Resulta muy apropiado para aplicar al realizar masajes.

Aceites vegetales belleza

LECTURA RECOMENDADA

 

12 aceites vegetales que se usan en cosmética natural (y sus propiedades)

CÓMO SE UTILIZA EL ACEITE PURO DE ARGÁN

En la cara. Se puede utilizar a diario. Penetra de forma rápida y deja un ligero brillo satinado. Se aplican unas gotas con un masaje suave, preferentemente por la noche antes de acostarse. En pieles muy secas se puede aplicar mañana y noche.

En los labios. Aplícalo con cuidado para hidratar los labios secos y agrietados.

En el cuerpo. Basta con una aplicación semanal. Se pueden verter unas gotas en la bañera.

En el pelo seco y sin brillo. Se puede usar cada día. Se aplica una gota de aceite y se esparce con las manos, o bien se mezcla con el champú. Para un tratamiento más intenso se puede aplicar 30 minutos antes del champú.

En las uñas. Se aplica durante 15 minutos una vez por semana, mezclado con zumo de limón. Las endurece y les da brillo.

CÓMO SE OBTIENE EL ACEITE DE ARGÁN

Proyectos como el de Targanine, que gestiona tres cooperativas femeninas, pretenden valerse de los conocimientos ancestrales de los que las mujeres bereberes son herederas pero dotándolas de una tecnología que aligere el arduo proceso artesanal y les permita trabajar en condiciones sanitarias adecuadas para producir aceites culinarios y cosméticos de gran calidad, destinados en gran medida al mercado internacional.

 

La modernización de, al menos, una parte del proceso resulta esencial pues la extracción artesanal del aceite requiere un tiempo considerable y tiene un rendimiento muy bajo: se calcula que producir un litro de aceite de forma tradicional cuesta veinte horas de trabajo.

 

Los árboles se varean con pértigas para despojarlos de sus frutos, que se recogen del suelo y se secan al sol.

 

Estos frutos, parecidos a las olivas pero más grandes y redondos, contienen un hueso o nuez muy dura que a su vez encierra hasta tres almendras o semillas. Hay que esperar a que el fruto se seque, romperlo y llegar hasta esas semillas para retirarlas, lo más laborioso.

 

A partir de ahí, se muelen en un molino de piedra y se les añade agua templada para formar una masa de la que, finalmente, se extrae el aceite. El proceso es el mismo para el aceite de uso alimentario que para el cosmético, con la única diferencia de que para el culinario se tuestan ligeramente las semillas antes de molerlas, de modo que sea más oloroso.

 

DE-SESAMO

LECTURA RECOMENDADA

 

7 tipos de aceites exquisitos para tomar en crudo que no conoces

 

VALOR MEDIOAMBIENTAL DEL ARGÁN

El argán es un árbol muy resistente al calor y a la aridez de los terrenos en los que crece, desde el Sahara hasta la costa oeste de Marruecos, en el área comprendida entre Agadir y Essaouira.

 

Ha desarrollado un sistema de raíces vigorosas para buscar el agua muy lejos de la superficie, lo que contribuye a frenar la desertización, pues fija la tierra y la protege de las erosiones.

 

Su interés medioambiental es tal que las 800.000 hectáreas por las que se extiende están protegidas por la UNESCO como reserva de la biosfera.

 

En Marruecos, el argán se conoce como "el árbol de la vida", porque todo en él se aprovecha: la madera sirve de combustible; las hojas y frutos, de forraje para las cabras, y el aceite extraído de su almendra tiene un uso alimentario y medicinal.

Está profundamente implantado en la vida cotidiana de las poblaciones rurales de la zona y tiene un papel fundamental en su subsistencia. Sin embargo, en el último siglo la regresión del número de ejemplares de argán parecía llevar camino de la extinción a esta reliquia de la era Terciaria: los árboles se talan para obtener leña y abrir terrenos a la agricultura intensiva.

 

Desde entonces, se han emprendido iniciativas para crear cooperativas de producción de aceite de argán que, al explotar todas sus posibilidades comerciales, aseguren la supervivencia de la especie y mejoren las condiciones socioeconómicas de las mujeres de esa área rural.

 

YvetteMoya

 

Fuente: CUERPOMENTE


No hay comentarios:

Publicar un comentario