La conjunción Júpiter-Neptuno – Abril 2022

 

En Abril de este año, Júpiter y Neptuno, los dos regentes de Piscis, se juntarán en su propio signo en conjunción por primera vez desde Marzo del 1856, lo que significa que nadie de los que estamos vivos ha vivido esta experiencia energética ni volveremos a vivirla, ya que no se repetirá hasta el 11 de Mayo del 2188. Curiosamente tanto en 1856, 2188 como ahora en 2022, esta conjunción se forma con Urano en Tauro.

 

Aún así, esta conjunción ocurre cada 12 años y medio y estas son las últimas fechas:

 

Enero 1914 – Oposición 27º Capricornio-Cáncer – (Conjunción Saturno-Plutón 2º Cáncer) WW1

 

Septiembre 1919 – Conjunción 10º Leo

 

Abril 1926 – Oposición -22º Acuario-Leo

 

Sep 1932 – Conjunción 8º Virgo

 

Abril 1939 – Oposición 21º Piscis-Virgo – (Urano en Tauro)WW2 -Franco captura Barcelona

 

Septiembre 1945 – Conjunción 6º Libra

 

Marzo 1952 – Oposición 20º Aries-Libra

 

Septiembre 1958 – Conjunción 3º Escorpio

 

Junio 1964 – Oposición 15º Tauro-Escorpio

 

Febrero 1971 – Conjunción 3º Sagitario

 

Junio 1977 – Oposición 15º Géminis-Sagitario

 

Enero 1984 – Conjunción 0º Capricornio

 

Junio 1990 – Oposición 14º Cáncer-Capricornio

 

Enero 1997 – Conjunción 27º Capricornio

 

Septiembre 2002 – Oposición 8º Leo-Acuario

 

Mayo 2009 – Conjunción 26º Acuario

 

Septiembre 2015 – Oposición 8º Virgo-Piscis

 

Abril 2022 – Conjunción 23º Piscis

 

Septiembre 2028 – Oposición 7º Libra-Aries

 

La última vez que Jupiter se alineaba con Neptuno en Piscis fue en 1856, buscando en Wikipedia los movimientos históricos de ese momento, encontré esto: – La guerra de Crimea fue un conflicto que entre 1853 y 1856 libraron el Imperio ruso y el Reino de Grecia contra una liga formada por el Imperio otomano, Francia, el Reino Unido y el Reino de Cerdeña. La desencadenó «el expansionismo ruso» y el temor a que el Imperio Otomano se desmoronase, y se disputó fundamentalmente en la península de Crimea, en torno a la base naval de Sebastopol. Se saldó con la derrota de Rusia, que se plasmó en el Tratado de París de 1856.

 

A finales del siglo XVII, el Imperio Otomano se hallaba en decadencia y sus estructuras militares, políticas y económicas no fueron capaces de modernizarse. A consecuencia de varios conflictos, había perdido los territorios al norte del mar Negro, entre ellos la península de Crimea, de los que se había adueñado Rusia. Esta deseaba socavar la autoridad otomana y asumir la protección de la abundante minoría de cristianos de las provincias otomanas europeas. Francia y el Reino Unido temían que el Imperio Otomano se transformase en vasallo ruso, lo que hubiese trastornado el equilibrio político entre las potencias europeas. – Suena familiar?

 

El ciclo Júpiter-Neptuno es muy parecido a un proceso de caminar. Cada 13 años, y aún más, cada 166 años, la humanidad debería dar un paso adelante, aunque solo sea pequeño. Debería estar un paso por delante de nuestro sentido social, cultural y religioso tradicional de la relación humana en el pasado…

A través de Neptuno, el gran momento para esta trascendencia (literalmente, este «paso a través») es cuando Neptuno se encuentra con Júpiter, porque es, al menos teóricamente, el momento en que la «forma» de nuestro futuro se hace visible, aunque sea débilmente, para nuestra conciencia …

 

Este ciclo que concluye el 12 de Abril, comenzó en 2009 cuando la Conjunción Júpiter Neptuno ocurría en Acuario, junto a Kirón también a 25º de este signo, puedes leer sobre ello aquí.

 

Los ciclos de Júpiter y Neptuno constituyen los pequeños pasos esenciales que debemos dar en la transformación de nuestro sentido social tradicional; pero aunque a menudo no se refieren a eventos sorprendentes, porque lo que está implícito es un cambio de actitud o «sentimiento con», una nueva conciencia de lo que puede significar la relación humana, en este caso, la guerra entre Rusia y Ukrania, no nos deja duda de ello. Pero es la acumulación de estos pequeños cambios lo que finalmente permite que ocurran los grandes acontecimientos revolucionarios; y estos son básicamente cronometrados por el ciclo de aproximadamente 500 años de Neptuno y Plutón y estimulados por los diversos tipos de ciclos de Urano, particularmente, el ciclo de 171 años de Urano y Saturno (¡los dos grandes antagonistas en el sistema solar!).

 

Dane Rudhyar dice: «A la entrada a ese reino Neptuniano se llega a través del camino cortado por la sed Uraniana por el más allá, esa búsqueda que hace que las mujeres y los hombres abandonen el mundo conocido de su nacimiento, las limitaciones y tradiciones de su entorno exterior e interior en busca de algo más extenso, más universal, más estimulante, más permanente y más libre….. La búsqueda de un Dios más universal, más allá de todos los dioses tribales, y la búsqueda del Oro, otorgante de una riqueza que puede ser utilizada en todas partes y transformada en cualquier cosa, en cualquier momento, una riqueza que abre las puertas de la sociedad y las cortes, que convoca a voluntad el glamour de innumerables placeres, sueños e intoxicaciones»…. «Visto desde el punto de vista del individuo, Neptuno representa el final del viaje. Es la fusión del río con el mar, del individuo en el colectivo, del uno en el Todo»….. «No es sólo el ácido que disuelve todas las paredes y muros construidos por Saturno en los albores de la vida individualizada, el glamour que envuelve todos los contornos definidos y claros con una niebla dorada e iridiscente, el señuelo de la libertad que hace que uno olvide el deber y las raíces, la precaución y la moralidad en aras de reflejar los espejismos.»

 

La niebla Neptuniana puede ser inspiración o ilusión y decepción, y una gran falta de atención en nuestras posibilidades y limitaciones, a medida que seguimos el llamado a la expansión de nuestros horizontes. Unido a Júpiter, esto se aumenta y aunque el peligro del desbordarnos es inmenso, la posibilidad de una visión de Unidad también lo es. En el conflicto en Ukrania, podemos ver las dos expresiones de esta conjunción, ya que desde el lado ruso, vemos la ilusión de una grandeza pasada que le impide reconocer que Ukrania, ya es un país independiente, como así lo votaron más del 90% de los ukranianos/as en 1991. La unión de los Ukranianos y de la mayor parte del mundo con ellos, muestra la otra cara de esta conjunción, donde el apoyo y la compasión de muchos países se alinean para defender la libertad y la democracia Ukraniana. Extraordinarias acciones humanitarias nos recuerdan lo más maravilloso del ser humano, con la auténtica compasión y sacrificio de miles de personas ayudando a los refugiados tratando de escapar hacia la seguridad y la sobre-vivencia. Gente distribuyendo comida y agua en el frío de esas noches, recibiendo extraños en sus casas, usando sus coches y furgonetas transportando gente a diferentes parte de Europa donde llegan los desesperados/as Ukranianos/as. En 1856, la unión entre el imperio Otomano y Francia, ganaron, forzando a Rusia a re-delinear sus fronteras, con el Tratado de Paris, me pregunto si esta vez se repetirá. Neptuno es quien disuelve los límites Saturninos, pero también nos ayuda a Re-delinearlos basados en una nueva visión evolutiva.

 

El llanto y dolor mundial ante este terrible conflicto, también resuena con esta conjunción Júpiter-Neptuno en Piscis, que una vez más nos confronta con la importancia de tomar acción para defender este Hogar donde todos vivimos, este bello planeta llamado Tierra, ya que la crisis económica que esta guerra provoca se expande a todo el mundo y esto vuelve a retrasar la urgencia de ocuparnos del calentamiento del clima, como lo es la necesidad de regular la nueva tecnología que nos invade, ya que sin ello, también pueden tener desastrosas consecuencias- La parte Júpiter de nuestra psique, necesita a Saturno y viceversa.

 

Como esta Conjunción Júpiter Neptuno aún no ha concluido, seguiré hablando de ella, a medida que los eventos mundiales nos reflejan su verdadero significado. A nivel personal debemos Re-aprender a escucharnos.


Fuente: Astrologia Arquetipica


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