WEN TZU - 161 LAO TSE DIJO:

 

Cuando wen-tzu preguntó: ¿en qué se basa la ley?

 

Lao Tse dijo: La ley surge de la justicia, la justicia surge de lo que es apropiado para las masas, y lo que es apropiado para las masas es lo que se armoniza con las mentes de la gente. Ésta es la esencia del orden.

 

La ley no desciende del cielo, ni emerge de la tie­rra; se inventa a través de la autorreflexión humana y de la autocorrección. Si llegas realmente a la raíz, no quedarás confundido en las ramas; si sabes lo que es esencial, no estarás aturdido por las dudas.

 

Si lo tienes dentro de ti, no lo niegas a los demás; si no lo tienes en ti mismo, no culpas a la condición social. Lo que se establece entre los escalones más bajos no debe ser ignorado en los escalones superiores; lo que se prohibe al pueblo en general no debe ser practicado por las personas privilegiadas.

 

Por ello, cuando los dirigentes humanos determi­nan las leyes, deben aplicárselas primero a ellos mismos para probarlas y comprobarlas. Así, si una norma fun­ciona sobre los mismos gobernantes, entonces puede ser impuesta al vulgo.

 

Las leyes son las plomadas de la tierra, las medidas utilizadas por los dirigentes, las normas establecidas que gobiernan a los ingobernables. Después de estable­cerse las leyes, quienes se conforman a ellas son recom­pensados, mientras que quienes no viven contorne a ellas son sancionados. Aunque las personas sean ricas y nobles, sus recompensas no deben ser disminuidas, y aunque las personas sean pobres y de humilde condi­ción, sus castigos no deben de ser aumentados; quienes violan la ley han de ser castigados sin excepción aunque sean buenas personas, mientras que quienes se confor­man a la ley han de ser considerados inocentes aunque no valgan para nada. Por esta razón, se practica la imparcialidad y se bloquean los deseos privados.

 

En la antigüedad se establecían funcionarios para impedir que la gente fuera demasiado egoísta, mien­tras que se ponían gobernantes para controlar a los funcionarios e impedirles que actuaran de manera autocrática. Las leyes y las artes del Camino son los medios de controlar a los gobernantes, de impedirles tomar decisiones arbitrarias. Si nadie puede ser auto-complaciente, el Camino prevalece y se alcanza la razón.

 

Por consiguiente, retorna a la simplicidad, sin pla­nes. La no planificación no significa inacción, significa adaptarse a lo que ya está en marcha.


Fuente; Osho Gulaab

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