¿POR QUÉ IMPORTA EL
CONTROL DE LA RESPIRACIÓN?
Porque está conectada
con nuestro estado interior. Cuando estamos tranquilos es profunda y lenta,
cuando estamos nerviosos es superficial, entrecortada.
Pero lo mejor es que
esta relación funciona también en el otro sentido: si aprendemos a controlarla,
podemos controlar también nuestro estado interior.
Te voy a poner un
ejemplo:
Una hiperventilación
forzada(respirar muy rápido a propósito) puede desencadenar una crisis de
ansiedad. De la misma manera, hacer respiraciones conscientes y calmadas nos
puede devolver a un estado de quietud si estamos nerviosos.
LA RESPIRACIÓN EN YOGA
La relación entre
respiración y estado interior está descrita desde el principio de la historia
del yoga. Ya en el Hatha Yoga Pradipika se recoge que “cuando el aliento va y
viene, la mente está inquieta, pero cuando el aliento se calma, también se
calma la mente”.
En los yoga sutras de
Patanjali se introduce el concepto de “ashtanga yoga” o las 8 ramas del yoga
(te hablé más de ellas aquí). La cuarta de ellas, después de los yamas, niyamas
y asana, es pranayama. Vamos a ver qué significa en sánscrito:
Prana es “fuerza vital”
o respiración.
Yama es control.
Así que aunque la
palabra asuste, no quiere decir más que eso: control de la respiración. A
grandes rasgos:
Este control se
establece mediante una serie de ejercicios(hay muchísimos descritos).
La práctica de estos
ejercicios se realiza separada de las asanas y la meditación, aunque son
complementarias.
Uno de los objetivos
último de pranayama sería “entrenar” a los pulmones para que la respiración se
acople perfectamente al movimiento en las asanas y a la quietud en la
meditación.
A pesar de tener tanta
importancia como has visto, el pranayama es una de las partes más olvidadas del
yoga en Occidente.
Para mí, por ponerte un
ejemplo, era algo por lo que pasar de puntillas para obtener lo que iba
buscando con mi práctica: la parte física, las asanas únicamente.
Pero a medida que
incluía el pranayama en mis secuencias de yoga me fui dando cuenta de que
además de fuerza, flexibilidad y equilibrio ganaba algo mucho más importante:
calma mental.
Si cuando me sentaba en
mi esterilla estaba triste, agobiada, ansiosa, enfadada…con dos o tres
respiraciones profundas empezaba a notar cómo, a la vez que mi cuerpo se
destensaba, las emociones que me estaban haciendo daño se iban diluyendo.
Y como todo lo que
suele pasar dentro de la esterilla, fuera funciona también. Si siento que todo
está yendo demasiado rápido y que las respuestas de mi cuerpo al estrés se van
disparando, soy capaz de volver a la calma a través de la respiración.
BENEFICIOS DE PRACTICAR
PRANAYAMA
Además de regular el
estado de ánimo, practicar pranayama tiene también beneficios físicos. Por eso
puede ser muy útil también para atletas o personas que quieran mejorar la salud
en general.
Contribuye a un estado
de calma.
Mejora la capacidad
pulmonar.
Contribuye a mejorar
las capacidades de atención y concentración.
Se han descrito
beneficios también para el sistema cardiovascular.
CÓMO RESPIRAR EN YOGA
Pranayama, como te he
explicado antes, se refiere a una serie de ejercicios específicos que se
realizan generalmente antes de comenzar la práctica física, sentados en la
esterilla. Cada ejercicio tiene unos beneficios propios y se pueden utilizar
para diferentes fines(luego te cuento alguno).
Pero la respiración
también es importante durante la práctica de asanas. Acoplando la respiración a
las posturas
Maximizarás sus efectos
Profundizarás más en
ellas
Las mantendrás con más
facilidad
A grandes rasgos, cuatro
pistas para respirar durante tu práctica física:
Exhala al entrar en las
flexiones hacia adelante.
Inhala en las posturas
de apertura del pecho.
Inhala cuando miras
hacia arriba.
Exhala al girar en las
torsiones.
CÓMO PRACTICAR
PRANAYAMA
Ahora vamos a ver cómo
realizar los ejercicios específicos de respiración de los que te hablaba.
Generalmente se hacen al principio o al final de la práctica, aunque yo
personalmente prefiero hacerlos antes de comenzar con las asanas, porque me
ayuda a centrarme para lo que viene después.
Lo primero, como
siempre, es sentar las bases para una correcta práctica. Para eso:
Encuentra un lugar
tranquilo y cómodo.
Siéntate en el suelo en
una postura que te sea fácil mantener por un tiempo(puedes usar un cojín para
mayor comodidad).
Fija un tiempo para
practicar(puedes partir de 5 min e ir alargando los tiempos con la práctica).
Vamos a ver ahora dos
tipos de Pranayama con los que puedes empezar a practicar:
Nadi Shodhana:
Utilizamos la mano
derecha. Recogemos sobre la palma de la mano los dedos índice y corazón, de
manera que quedan extendidos el pulgar, anular y meñique. Ahora tapamos la fosa
nasal derecha con el pulgar e inhalamos con la fosa nasal izquierda.
Al finalizar la
inhalación tapamos la fosa nasal izquierda con el dedo anular, destapamos la
fosa nasal derecha y exhalamos.
Cuando acabemos tu
exhalación, inhalamos con la fosa nasal derecha. Ahora tapamos la fosa nasal
derecha, destapamos la izquierda y exhalamos.
Continúa así entre 5 y
10 minutos.
Es un gran ejercicio
para calmarnos cuando estamos nerviosos.
Deergha Swasam:
respiración en tres partes
Trata de visualizar tu respiración dividida en tres partes: al inspirar trata primero de llenar tu abdomen(fíjate en como se hincha la tripa). Cuando sientas que ya está al máximo, trata de llenar tu cavidad torácica,(céntrate en cómo se expanden tus costillas), y finalmente siente cómo se eleva el pecho. Al exhalar haz el mismo ejercicio al contrario: primero descenderá el pecho, luego expulsará el aire de la cavidad torácica y por último el abdomen.
Este Pranayama es muy efectivo para aumentar la capacidad pulmonar.
En definitiva, la práctica de Pranayama es un complemento perfecto a la práctica de asanas y meditación, y no deberías pasarla por alto.
fuente: deyoguiayogui
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