La hipnosis es una técnica que
siempre ha estado rodeada de misterio debido a la imagen que de ella se ha dado
en la industria del cine y la televisión, donde se mostraba como un método
“mágico” para controlar las mentes. Sin embargo, su aplicación clínica,
desarrollada por especialistas titulados, es considerada una alternativa real a
los medicamentos y químicos recetados para enfermedades y patologías.
Relacionada comúnmente con terapias
para abandonar malos hábitos como, por ejemplo, dejar de fumar, esta técnica
aplicada al mundo de la medicina se posiciona como un tratamiento eficaz y
accesible a la mayoría de los pacientes.
La doctora Sara Beneit Gómez, miembro
de Saluspot y médico general especialista en esta vertiente de la medicina en
Hipnosis Clínica Cuencaexplica a La Buena Vida cuáles son las indicaciones de
la hipnosis clínica, desmontando mitos en torno a esta técnica y explicando
cómo es posible hipnotizar a una persona con fines terapéuticos.
En qué consiste la hipnosis clínica
Según explica la doctora, la hipnosis
es una técnica terapéutica que lleva a la persona a un estado alternativo o
modificado de conciencia en el que la atención se dirige hacia el interior de
la persona de forma que contacte con sus propios recursos.
La clave, apunta, reside en que en el
inconsciente encontraremos habilidades que creíamos inaccesibles.
De hecho, en este estado, el paciente
experimenta cambios psicológicos y fisiológicos, quedando en suspenso las dudas
y los temores y consiguiendo una gran relajación corporal y muscular.
Además, la aplicación de esta técnica
favorece un pensamiento activo y creativo que permite el acceso a funciones
como la capacidad de controlar la sensación dolorosa, la capacidad de
relajación y la mejoría de los estados depresivos.
“La implicación del paciente en su
propia curación le otorga una responsabilidad y un poder únicos que funcionan
en sí mismos como factores curativos” explica la especialista.
Cómo se hipnotiza a un paciente
Tras diagnosticar el problema,
explica la doctora, se capta la atención del paciente relajado, que pasa a
concentrarse mientras disminuye su atención a lo que ocurre a su alrededor.
De este modo, continúa, desaparece el
filtro de la razón y la persona es más receptiva a las sugerencias dadas por el
terapeuta para modificar su conducta o sus pensamientos.
Esto se logra gracias al empleo de un
lenguaje permisivo (que ofrece alternativas) y simbólico (a través de metáforas
y anécdotas directamente aceptadas por el inconsciente). Al final el paciente
regresa al momento previo a la hipnosis, concluye.
Aplicaciones de la hipnosis clínica
Los avances en las neurociencias han
descubierto un patrón específico de actividad mental demostrado y demostrable a
través de técnicas de diagnóstico por imágenes. Existe un amplio campo de
investigación acerca de los efectos en la memoria y sobre las áreas cerebrales
implicadas en la disminución del dolor y cómo se van modificando cuando se
aplica la hipnosis.
Por ello, a día de hoy, sus
aplicaciones son tan variadas como eficaces.
Según explica la doctora, la hipnosis
clínica se utiliza, sobre todo, como apoyo a distintos procedimientos, como la
terapia psicológica en trastornos de ansiedad, estrés, depresión, ciertas
adicciones (especialmente al tabaco) y para controlar el peso.
Sin embargo, ahí no termina su campo
de actuación. También es eficaz en el control del dolor, ya que palía el
sufrimiento que provocan patologías crónicas como la fibromialgia, ciertas
condiciones neurológicas o el cáncer.
Incluso ha llegado a aplicarse con
éxito durante el parto, para paliar el dolor de la madre durante un proceso que
puede alargarse horas.
Fuente: El Confidencial Digital
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