Llegan los meses fríos y con ellos la
maravilla de poder nutrirnos con sopas, caldos y potajes reforzadores que nos
generen calor interior.
Puede que todavía nos acordemos de
algunas recetas que nuestra madre o abuela nos preparaban.
Nuestro cuerpo necesita estos platos,
especialmente en los meses de frío y humedad para darnos centro, equilibrio, calor
interior, reforzarnos y mineralizarnos.
Cuestión de prioridades
Debido a nuestra forma de vida
caótica pensamos que no tenemos tiempo, aunque es cuestión de priorizar nuestra
salud y reflexionar en los verdaderos valores de la vida, como entender la
importancia de la alimentación natural y energética.
Comemos para generar una buena
calidad de sangre. Los alimentos nos pueden revitalizar y darnos una calidad de
vida, por ello es importante entender que efecto y reacciones nos generan en
nuestros cuerpos (físico, emocional, mental) a corto y largo plazo.
Ideas para estos meses invernales de sopas, caldos y potajes
Preparar una sopa, caldo o potaje
requiere un poco de atención; no es suficiente con poner una olla en el fuego
con agua y los ingredientes a cocer.
Líquido:
Si queremos, en lugar de agua,
utilizaríamos algún caldo de verduras, pero que sea fresco.
Podemos usar toda clase de verduras,
en especial cebollas o puerros, zanahorias, coles, chirivías, apio, calabaza,
coliflor… Hervir el agua, añadir los puerros o cebollas y dejar unos minutos
sin tapa. Así estas verduras desprenderán su dulzor.
Luego añadiremos el resto, junto con
alguna hierba aromática al gusto y una tira de alga, kombu o wakame, que nos
aportará un elemento de refuerzo remineralizante.
Hervir, con tapa a fuego medio/bajo
durante 30 minutos. Es importante no añadir todo el líquido que pensamos que
necesitamos al principio, las verduras de por sí ya desprenden bastante.
Es mejor cocer con poco líquido y
ajustar la consistencia deseada al final, junto con los aliños. Si estamos
cocinando algo denso: cereales, leguminosas o pasta tendremos que tener cuidado
y añadir más.
Ingredientes
Verduras: mejor evitar la combinación
de muchas verduras diferentes en una receta. Para sopas y potajes de invierno,
lo mejor es empezar pochando unas cuantas cebollas o puerros, con aceite de
buena calidad y una pizca de sal.
Cuanto más tiempo las pochemos (10-15
minutos/fuego medio SIN TAPA) más rico, dulce y satisfactorio será el resultado
final. Seguidamente podemos añadir las demás verduras u otros ingredientes.
Cereales integrales: todos los
cereales son ideales (arroz, cebada, avena, mijo, quínoa…).
También podemos utilizar pasta
integral cocinada con el resto de ingredientes. Hay que tener en cuenta que, al
cocer cereales en una sopa o potaje, hemos de utilizar más líquido.
Leguminosas: los problemas de
digestión, gases y flatulencias que a veces producen radican en cocinarlas
inadecuadamente. El procedimiento ha de ser: remoja las leguminosas durante
toda una noche (no utilices el agua del remojo).
Cocina siempre con una pequeña
cantidad de alga kombu o wakame. Cuécelas el tiempo suficiente para que estén
completamente blandas. No las condimentes con aliños salados hasta que estén
completamente blandas. Deja unos minutos más cocinándose para que el condimento
salado se integre.
Si todavía hubiera problemas, se
pueden pasar por el chino y tirar las pieles, añadiendo la crema resultante al
potaje.
Utilizar una placa difusora al
cocinarlas.
Si no tenemos tiempo de cocer
leguminosas, podemos hacer estas recetas con algunas compradas de buena
calidad.
Otras proteínas vegetales:
Se puede añadir proteína vegetal
(tofu, tempeh o seitan) para realzar y potenciar el valor de nutrición.
Algas: las algas son un ingrediente
fundamental en cualquier plato para el invierno, creando calor interior,
remineralizándonos, alcalinizando nuestra sangre y reforzándonos.
Podemos utilizar: el alga kombu es
ideal, aunque debe de cocinarse largo tiempo (mínimo 35-40 minutos). Tiempo que
necesitamos para cocer leguminosas o cereales en un cocido.
Si el potaje es tan sólo de verduras
(cocción más rápida) podemos utilizar un alga más ligera: wakame o alga dulce…
Sabores: la variedad puede ser
interminable, pudiendo utilizar gran cantidad de ingredientes naturales, sin
necesidad de la pastilla para el caldo con sabores concentrados y artificiales.
Podemos usar variedad de hierbas
aromáticas, y buenas picadas con almendras o avellanas, un toque de jengibre…
Aliños: para dar más cuerpo a una
sopa que caliente, es importante no tan sólo utilizar un poco de sal marina al
pochar las cebollas al principio.
Al final de la cocción, después de
corregir la consistencia, añadiendo más líquido si fuera preciso, se puede
añadir un poco de miso (puré fermentado de la soja amarilla con cualidades
reforzantes, regenerador de la flora intestinal, calienta) o de salsa de soja
(mismas cualidades).
Cuando el caldo, sopa, potaje está
terminado, antes de apagar el fuego, se añade el miso o salsa de soja o tamari,
se deja activar (sin hervir) durante 30 segundos.
Si quieres la receta de «Caldo casero
con garbanzos y tropezones de seitan» no te la pierdas.
Montse Bradford
Fuente: Sanamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario