El “desdoblamiento de los tiempos”,
un principio vital que hemos de saber utilizar, según el físico Jean Pierre
Garnier Malet
¿Podemos de alguna manera anticipar
el futuro, el nuestro, el personal, y actualizar el mejor potencial en el tiempo
presente? ¿Anticiparnos a errores, evitar “accidentes”, actuar con una versión
más “correcta” de nosotros mismos? Según Jean Pierre Garnier Malet, físico y
autor de la teoría del desdoblamiento del espacio y del tiempo, sí.
Entenderlo no es tarea sencilla, pero
según este hombre de ciencia y su teoría, tenemos la posibilidad (atención a
esta palabra, posibilidad) de anticipar nuestro presente dos tercios de segundo
antes de vivirlo. Y además recibimos una síntesis del futuro cada ocho minutos,
tres días y cuarenta días que permite esa anticipación que mencionamos
previamente.
Garnier Malet lo explica en persona,
en el marco de una gira por varias ciudades de España, y para presentar su
último libro “Un gran descubrimiento. El desdoblamiento de los tiempos”, de la
editorial Reconocerse. Y para ello afirma que “nuestro universo no es el fruto
de la casualidad y mucho menos la consecuencia de un misterioso big-bang que de
una nada habría hecho un todo. Es el resultado de un movimiento universal,
capaz de definir y de desdoblar el espacio y el tiempo”.
Precisamente, este físico revela que
este desdoblamiento se parece a “la respiración de un universo estático”. Esta
“respiración” del universo visible -lógica desde el punto de vista científico-
dirige también nuestro sistema solar, que desdobla nuestro tiempo. Así de
simple, o no tanto.
De acuerdo con esta teoría, en el
universo se puede encontrar que una contracción precede a una expansión que
precede a una contracción, según un primer ciclo de 12 veces en 2.160 años,
relacionado con los equinoccios, y un segundo (ciclo de Milankovitch), que
corresponde a los 5/3 del primero. Al final del primer ciclo, un decimotercer
periodo de transición revela los futuros potenciales existentes, lo que permite
preparar mejor el siguiente ciclo.
De tal forma que este movimiento
universal desdobla y distingue tres tiempos (pasado, presente, futuro) que
intercambian numerosas informaciones, con velocidades independientes de la
velocidad de la fuente y de la del observador. Estos tres tiempos desdoblados y
simultáneos forman parte integral de nuestra vida diaria.
¿Qué tal? Pero esto no es todo,
veamos… Nuestro sistema solar, conducido por este movimiento de desdoblamiento,
hace de nuestra vida en la Tierra un lazo de unión imprescindible entre un
futuro (donde el tiempo es muy lento) y un pasado (donde el tiempo es muy
rápido), ambos evolucionando a la vez que nuestro presente, donde el tiempo nos
parece -atención: parece- normal y universal.
Tenemos la posibilidad de crear, a
través de aperturas temporales, los mejores futuros potenciales.
De modo que tenemos la posibilidad de
crear a través de aperturas temporales los mejores futuros potenciales, allí
donde existe un tiempo muy lento que no aparece en nuestro tiempo.
A cada momento estos potenciales
pueden ser memorizados, allí donde hay un tiempo tan rápido que nuestro tiempo
presente no tiene tiempo de aparecer.
Este tiempo tan rápido parece ser un
pasado instantáneo en donde se realiza la mejor síntesis que puede sernos
sugerida en nuestro presente. La rapidez de los intercambios de informaciones
en tiempos imperceptibles nos da la sensación de una casualidad permanente e
instantánea.
Sea como sea, se dice que en tiempos
lejanos la ley de “de la división de los tiempos” era perfectamente conocida
por los llamados “doctores de la ley”, un conocimiento cuya simplicidad puede
redescubrirse, superando un oscurantismo medieval que lo hizo caer en un
lamentable olvido.
Jean Pierre Garnier Malet vive en
París y viaja por el mundo impartiendo conferencias para que su hallazgo no
quede relegado al ámbito de la ciencia solamente y sea divulgado a todo el
mundo. Este descubrimiento le permitió explicar la llegada al cinturón de
Kuiper de planetoides que están en el origen de las explosiones solares de
envergadura. Esto validó sus trabajos en el Instituto Americano de Física, pero
también explica el mecanismo de la vida, de nuestros pensamientos y de cómo
usar lo mejor posible intuiciones, instintos y premoniciones que este
desdoblamiento pone a nuestra disposición en todo momento.
Además de “Un gran descubrimiento”,
es autor de otros tres libros publicados en español, inglés, alemán, italiano y
portugués: “El Doble: ¿cómo funciona?” (2012), “La fuerza de lo invisible”
(2014) y “Cambia tu futuro: por las aperturas temporales” (2016).
Fuente: Tu Mismo
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