VIAJANDO POR MI PROPIO UNIVERSO
Viajando por mi propio Universo. Si,
digo bien. No es que quiera acaparar el Universo que todos compartimos en esta
realidad. Sencillamente, este universo no es el mío. Tengo mi propio Universo y
mi propia realidad y humanidad. A él me refiero.
Hace un tiempo que leí el Kybalión.
Una afirmación me llamó mucho la atención: "El universo es mental, y esta
realidad no es real". Al principio me descolocó un poco, pero enseguida
comprendí que confirmaba lo que desde siempre sospechaba pero mi mente racional
no aceptaba.
Me acuerdo que cuando niña, pues no
superaba los seis años, tenía recuerdos de otros lugares más bellos, de otras
gentes fisiologicamente distintas, y por ello mi vida cotidiana en esta
realidad, me resultaba asfixiante, monótona, desconocida, arcaica en casi todos
los sentidos. Me sentía sola y desplazada en un mundo que no era el mío.
Y presiento que este sentimiento será
común a muchos niños que han nacido en esta realidad. En algunos, el roce con
esta dimensión, la educación de sus mayores, y los tentáculos de esta sociedad,
van contaminando su cerebro y conformando una personalidad que para nada tiene
que ver con el niño. Y llega un momento en que el niño se hace mayor, y pierde
su propia brújula, su riqueza, su magia y el por qué está aquí, en esta especie
de proyección virtual donde todo acaba desvaneciéndose.
Hay niños, como es mi caso, que a
pesar de todo, mantienen parte de su propia esencia. No sucumben a esta
realidad. Mantienen siempre su consciencia a la altura de su origen, pero
sufren más, lo insufrible si no son capaces de sublimar su experiencia en esta
dimensión. Porque si no es así, su vida pasa lentamente en una especie de
cárcel o destierro que no se llega a comprender.
Hay una película muy famosa que se
llama "La guerra de los mundos". Trata sobre la guerra y la lucha de
los humanos de este planeta con inteligencias del Universo. Pero perfectamente
podría referirse a la guerra de los mundos que día a día se libra entre los
seres humanos. Porque no solo hay un mundo, una realidad. Hay tantas como seres
humanos sobre este planeta, y lo hago también extensible a toda la creación.
Cada ser creado vive la "vida" según sea su mundo interior. Y cada
ser creado cree que su mundo es el real, y no el del otro. Y la verdad es que
nadie vive su propio mundo o realidad. Este mundo al que muchos llaman
"realidad" es el resultado de millones de mentes que han imaginado un
mundo así, y le dan forma. Y el resto...vivimos la realidad de otros. O la
sufrimos.
Hasta que llega un momento en que te
das cuenta, y aunque te sientes más solo todavía, manipulado, dando vueltas
como un burro en una noria, te plantas, te apeas del tren sin rumbo a ningún
sitio, y comienzas a tomar consciencia real de tí mismo.
Este mundo que contemplamos todos, no
es el mío. Este universo que hay sobre nuestras cabezas, del que tanto se
desconoce, no es el mío, pues si este no es mi mundo, tampoco su universo. Este
sol al que desde siempre se ha adorado como el gran dador de vida, aunque lo
es, para el mundo de las formas, no es el Padre, el dador de la verdadera Vida.
Porque este sol es físico, y llegará un día en que como estrella explosionará y
desaparecerá. Pero hay un Gran Sol, que nunca muere, porque es la Luz, el
Principio de Todo. Ese es mi Padre.
Aun con todo...sigo aquí, en este
mundo de otros, en un Universo mental al que no tengo ningún interés en
explorar. Pero ahora sé por qué estoy aquí. Vivo mi propio mundo internamente.
Soy consciente de que todo lo que me rodea no es una creación mía, ni me siento
identificada, pero es una oportunidad para poder elegir, lo que quiero y lo que
no quiero para mi propio mundo, mi creación, lo que realmente soy.
Llegará un día en que dejaré este
cuerpo, y marcharé hacia mi verdadero mundo, y mi hermoso Universo de Luz.
Issa Bell
Fuente: Universo Espiritual
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