Estamos tan acostumbrados a ver
cierto tipo de alimentos en nuestra casa, como el ajo, algunos cerales o
semillas, cebolla o limón, que se nos olvida su gran poder curativo y
recurrimos a caros y sofisticados productos farmacéuticos cuando en nuestra
nevera encontraríamos una solución más eficaz, saludable y barata.
El limón es un fruto cítrico
originario del Himalaya, aunque hoy por hoy se cultiva a lo largo de todo el
mundo en alguna de sus variedades de lima o limón. En España fue introducido
por los árabes en el siglo X. Su flor es blanca y muy aromática, parecida a la
flor de azahar (del naranjo).
El limón es conocido por su gran
cantidad de vitamina C (ácido ascórbico), pero además contiene potasio, calcio,
fibra, cafeína, gran cantidad de aceite esencial (en la piel del limón),
flavonoides y pectina.
Limón, vitamina C y el sistema
inmunológico
Como decíamos, el limón tiene una
gran cantidad de vitamina C (aproximadamente 50 mg. por cada 100 gr.). La
vitamina C es extraordinaria para nuestra salud, ya que ayuda a mejorar el
sistema inmunológico y es antioxidante, lo que significa que contrarresta la
acción de los radiales libres, retardando la degeneración y el envejecimiento
celular, y previniendo así multitud de enfermedades de carácter degenerativo.
Por esta razón es especialmente recomendable para personas que sufren estrés,
son fumadoras o tienen problemas respiratorios (asma o alergia), ya que son las
que más cantidad de radicales libres tendrán en su organismo.
El consumo regular de vitamina C
ayuda a prevenir innumerables enfermedades y a tratar diversos trastornos
mejorando nuestra calidad de vida:
Linus Pauling, biólogo y Premio
Nobel, afirmaba en su estudio de Medicina Ortomolecular y Vitamina C: «El total
de síntomas asociados a la falta de vitamina C van de las alergias, anemia,
amigdalitis, artritis reumatoide, arteriosclerosis, aspereza de garganta.
bronquitis, cáncer, cataratas, cefaleas, diarrea, dolor abdominal, dolores en
coyunturas, dolores musculares, encías sangrantes, escalofríos, faringitis,
fiebre, fiebre reumática, hemorragias, hepatitis, herpes labial, infecciones
agudas y crónicas, infertilidad, intoxicaciones, laringitis, malestar general,
meningitis, neumonía, otitis media, resfriados, rinitis, ronquera, tos,
vómitos, sarampión, hasta enfermedades cardíacas, enfermedades renales,
enfermedades vasculares periféricas, enfermedades relacionadas con la edad
avanzada, deterioro del sistema inmunitario, y las enfermedades degenerativas del
sistema nervioso».
Limón contra las infecciones
El limón, por su ácido cítrico, tiene
estupendas propiedades bactericidas, antiparasitarias, antifúngicas y
antivíricas, por lo que da muy buenos resultados para el tratamiento de las
infecciones, como por ejemplo herpes, cándidas, hongos en las uñas, parásitos
intestinales (pepitas del limón), llagas de la boca, acné u otitis.
En consecuencia también ayuda a
eliminar el mal olor, por ejemplo el mal aliento o el mal olor de axilas o
pies.
Limón depurativo y adelgazante
También tiene muy buenas propiedades
diuréticas y depurativas, ya que ayuda a eliminar el ácido úrico y a mejorar el
sistema linfático, que ayuda a eliminar el exceso de líquidos (gracias al
Potasio (K)) acumulados en el organismo, y a depurar por ejemplo las piedras
del riñón o la vesícula biliar.
Por otro lado, el contenido en fibra
del limón (fibra soluble rica en pectina) ayuda a reducir la absorción de
azúcares y grasas en nuestro intestino. Si tomamos grandes cantidades de zumo
de limón provocaremos una acción laxante, lo que puede ser beneficioso o
perjudicial dependiendo de nuestra salud y circunstancias nutricionales.
Limón antianémico
La anemia es la falta de hierro en
nuestro organismo y esto puede ocurrir por consumir bajos niveles de hierro, o
por sufrir hemorragias que harán que perdamos gran cantidad de hierro o porque
nuestro cuerpo no es capaz de absorber el hierro de los alimentos. La vitamina
C del limón, duplica la capacidad de absorción de hierro en nuestro organismo,
sobre todo en el caso de hierro de origen vegetal como los dátiles, los frutos
secos o las legumbres.
Limón y belleza
El limón mejora la formación de
colágeno y por eso por su aporte en minerales ayuda a mantener la piel tersa y
las uñas y el pelo fuertes.
Al ser antioxidante previene el
deterioro de la piel, actuando como un potente “antiarrugas” nutritivo, que
además evita la pérdida de agua (deshidratación).
El aceite esencial de limón es muy
utilizado en cosmética, no solo por su aroma y por su efecto “refrescante”,
sino por estas propiedades antioxidantes y nutritivas.
Para el tratamiento del acné, tiene
propiedades excepcionales, ya que limpia, nutre y desinfecta la piel. En estos
casos recomendamos exfoliar suavemente la piel con azúcar moreno y limón: se
tritura el limón entero con su cáscara y su pulpa y se mezcla con azúcar
integral o moreno. Se aplica con movimientos suaves circulares y se deja actuar
durante 10 minutos aproximadamente antes de aclarar con abundante agua tibia.
Limón como regulador del pH
El limón a pesar de lo que parezca
por su sabor ácido, tiene un efecto alcalinizante en nuestro organismo, de
hecho es uno de los alimentos con mayor poder alcalino. Esto significa que
aumenta el pH de la sangre, que por desgracia suele estar acidificado. La
acidosis de la sangre es muy peligrosa ya que conlleva la aparición de multitud
de enfermedades, entre ellas las más graves como el cáncer (una de las causas
del cáncer es la falta de oxígeno y la acidez del pH). La mayoría de los
habitantes de los países supuestamente desarrollados sufrimos acidosis, ya sea
por el estrés, la contaminación, el déficit de oxígeno (contaminación
ambiental, tabaco, problemas respiratorios...), una mala alimentación rica en
carnes y grasas y pobre en alimentos vegetales, crudos y frescos, un exceso de
medicación, etc.
Regular el pH de nuestra sangre (el
pH óptimo es de 7,3, ligeramente alcalino) resulta vital, ya que marcará la
diferencia entre la salud y la enfermedad. Recordemos que un pH ácido, por
debajo del 7,1 producirá el coma inmediato.
>> En este sentido recomendamos
nuestro artículo: Equilibrio de pH en sangre, los peligros de la acidosis y su
relación con las principales enfermedades
Un zumo de limón diferente:
No te limites a utilizar sólo el jugo
del limón, ya que su piel contiene casi la mitad de sus nutrientes. Puedes
batir todo un limón entero y añadirle estevia como edulcorante, agua y si
quieres un toque de hierbabuena o hierbaluisa para un rico y saludable zumo de
limón.
Fuente: El Herbolario
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