Aquello de lo que huyes, corre tras
de ti,
te atormenta, se apodera de ti.
Aquello que enfrentas, y permites, y
con lo que incluso haces amistad,
puede terminar sanándote en formas
inesperadas.
La aceptación no es pasividad, no es
tolerancia,
es más bien una emocionante
alineación con la vida.
No te dividas en dos, amigo:
En uno que sale corriendo, y en uno
que se queda abandonado.
La Presencia no tiene enemigos;
esto es valentía.
- Jeff Foster
Fuente: Vientos de Consciencia
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