Son en verdad excepcionales los Mahatmas
(almas grandes) capaces de ver el universo entero contenido en el Atman (el
Ser) y el Atman en el interior del universo. Aun siendo reconocidos, no
necesariamente tienden a comunicarse con nosotros o a instruirnos. Por esa
razón, es para nosotros una maravillosa oportunidad conocer a un Mahatma
plenamente realizado y dispuesto a guiarnos y disciplinarnos con el tierno amor
de una madre y la compasión inexplicable de un gurú. Hoy en día y en todo el
mundo, el darshan y las dulces palabras de Sri Mata Amritanandamayi Devi
transforman la vida de cientos de miles de personas. Este libro es sólo una
breve recopilación de las conversaciones entre Amma y sus discípulos, devotos y
visitantes. Abarca un período comprendido entre junio de 1985 y septiembre de
1986.
La sabiduría de los Mahatmas, cuya
misión es la de elevar la conciencia del mundo, tiene un significado a la vez
actual e intemporal. Aunque arrojan luz sobre los valores eternos, están en
armonía con la época en la que viven y sus palabras sintonizan con los agitados
corazones de aquellos que les escuchan.
Las palabras inmortales que Amma
pronuncia transforman a la sociedad en una época en la que el ser humano ha
perdido los valores tradicionales, los nobles sentimientos y la paz espiritual,
en un intento frenético de volcarse en el mundo exterior del poder, del
prestigio y de los placeres sensoriales. Mientras el hombre se empeña
insensatamente en buscar estas distracciones, ignora su propio Ser y con ello
se ve privado de la armonía y la belleza de la vida. La falta de fe, el miedo y
las rivalidades han destruido los vínculos personales y las relaciones
familiares. El amor ya no es más que un espejismo en una sociedad entregada a
un excesivo consumismo.
El amor desinteresado a Dios cede su
lugar a una devoción interesada que proviene únicamente de los deseos. El ser
humano concede una importancia desmesurada al intelecto, que busca el
rendimiento inmediato, dejando de lado la gloria perdurable que sólo proviene
de la verdadera sabiduría. Los principios espirituales superiores y las
experiencias nobles ya no se viven, han quedado convertidos en letra muerta. Es
en esta coyuntura donde Amma nos habla con un lenguaje de devoción pura, el
lenguaje del corazón impregnado de sabiduría y amor que son su vida entera. El
valor de sus palabras de ambrosía es a la vez actual y eterno.
La sabiduría de Amma, que
personalmente ha escuchado los innumerables problemas de cientos de miles de
personas, muestra su profundo conocimiento de la naturaleza humana. Ella conoce
las necesidades de la gente y se pone al nivel del racionalista, del creyente,
del científico, del hombre ordinario, del ama de casa, del hombre de negocios,
del erudito y del ignorante, para dar a cada uno, hombre mujer o niño, la
respuesta adecuada y en proporción a lo que ellos esperan.
Amma da ejemplo con su vida y afirma:
«Al contemplar en todo la Verdad o Brahman, me postro ante esta Verdad. Sirvo a
cada uno, y en cada uno sólo veo el Ser». Ella acepta el advaita (la
no-dualidad) como la verdad última; pero el camino que ella señala a la mayoría
de sus devotos es una combinación armoniosa del mantra japa, meditación sobre
una forma divina, canto devocional, archana (letanías), satsang y servicio
desinteresado al mundo.
Sus consejos no son teóricos, sino
absolutamente prácticos y enraizados en la vida cotidiana. Sus instrucciones
arrojan luz sobre la necesidad de un aprendizaje espiritual y de una sadhana
(práctica espiritual) en la vida del individuo y de la sociedad. En la búsqueda
del Ser, destaca la importancia del servicio desinteresado y de la oración
sincera, realizada con devoción y amor puro. Amma se preocupa al mismo tiempo
por los aspectos relacionados con el código de conducta de las familias, los
problemas de la vida diaria, el dharma de la relación entre hombre y mujer, y
ofrece orientaciones prácticas a los buscadores espirituales, que a veces
exponen enigmas de naturaleza filosófica.
Escuchamos como exhorta a sus hijos a
seguir la vía espiritual, a renunciar al lujo, a eliminar los malos hábitos y a
servir a los que sufren: «Hijos míos, el verdadero objetivo de la vida es
realizar a Dios». La espiritualidad no es una fe ciega, es el ideal que elimina
las tinieblas. Es el principio que nos enseña a acoger con una sonrisa los
obstáculos o circunstancias adversas. Es una enseñanza para la mente. Amma nos
muestra que sólo podremos hacer uso efectivo de todos los demás conocimientos
si adquirimos este saber.
La sabiduría infinita de Amma se
expresa a través de sus palabras de consuelo a los que sufren, por medio de sus
respuestas a los curiosos en materia de espiritualidad y en las instrucciones
que suele dar a sus discípulos. Cada respuesta corresponde a las
características y a la situación del que plantea la pregunta. Incluso si éste
último no puede expresar plenamente su idea, Amma, que conoce el lenguaje del
corazón, le responde adecuadamente. Es frecuente que los que acuden a ella
reciban la respuesta a sus dudas sin haber tenido que formularlas siquiera.
Cuando Amma contesta la pregunta de
una persona, suele aprovechar la ocasión para deslizar un consejo para alguien
que escucha en silencio. Sólo éste comprenderá que la respuesta iba dirigida a
él. Es preciso tener esto en cuenta cuando se estudian las enseñanzas de Amma.
Las palabras de un Mahatma poseen
varios niveles de significado, pero nosotros debemos captar el más apropiado.
Una historia muy conocida en los Upanishads afirma que cuando el dios Brahma
pronunció la palabra «da», los demonios lo interpretaron como un consejo para
mostrar más compasión (daya), los humanos como una invitación para dar (dana) y
los seres celestiales como una exhortación para practicar la moderación (dama).
Qué dulce resulta escuchar a Amma y
contemplarla mientras habla con vivas expresiones y gestos, en un lenguaje
sencillo, bellamente salpicado de oportunas historias y analogías extraídas de
la vida diaria. El amor que brilla en sus ojos, su rostro radiante y lleno de
compasión permanecen vivos en la mente de los oyentes, transformándose en
objeto de meditación.
Hoy en día abunda la literatura
espiritual. Sin embargo, es triste constatar que la gente habla de ideales
nobles sin llevarlos a la práctica. Amma habla basándose en su experiencia cotidiana,
nunca ofrece un consejo del que su propia vida no sea un ejemplo. A menudo nos
recuerda que los principios espirituales y los mantras no están hechos solo
para ser pronunciados, sino para ser expresados también a través de nuestra
vida. Amma nunca estudió las escrituras ni ha seguido las enseñanzas de un
gurú. La fuente secreta de los principios espirituales profundos que
incesantemente brotan de sus labios, proceden de su experiencia directa del
Ser.
La vida de los Mahatmas es el
cimiento mismo de las Escrituras. Cuando Amma habla, sus palabras son siempre
reflejo de su vida. Así puede afirmar: «El mundo entero le pertenece a aquel
que conoce la Realidad», «La bondad hacia los pobres es nuestro deber para con
Dios», «Si os refugiáis en Dios, Él os dará oportunamente aquello que
necesitáis». Cada uno de sus movimientos es una danza de compasión por el mundo
entero y una declaración de amor a Dios. Amma se basa en esta unidad entre
pensamiento, palabra y acción, cuando afirma que sus hijos no necesitan estudiar
las Escrituras si analizan su vida y la estudian con atención. Amma brilla en
medio de nuestra sociedad como la viva encarnación del Vedanta.
Los Mahatmas, que santifican el mundo
con su presencia, son tirthas vivientes (tirtha: lugar sagrado de peregrinación).
Así como los lugares de peregrinación y la visita frecuente a los templos
purifica nuestra mente si lo practicamos durante varios años, un solo darshan,
un contacto o una palabra de un Mahatma nos santifica y deposita en nosotros el
germen de un samskara superior.
Las palabras
de un Mahatma no son simples sonidos sino el vehículo de expresión de su
gracia. Sus palabras tienen como objetivo despertar la conciencia, inLas
palabras de un Mahatma no son simples sonidos sino el vehículo de expresión de
su gracia. Sus palabras tienen como objetivo despertar la conciencia, incluso
en aquellos que escuchan sin comprender su sentido. Cuando nos llegan en forma
de un libro, su estudio se convierte en un gran satsang, en una gran
meditación. Los Mahatmas como Amma, que poseen la experiencia de la Realidad,
trascienden el tiempo y el espacio. Leer o comprender sus palabras inmortales
nos ayuda a mantener con ella un vínculo interior invisible y nos prepara para
recibir su bendición. Es allí donde reside el valor de este estudio.
Ofrecemos humildemente a los lectores
esta recopilación de palabras inmortales, con el deseo de que esta lectura les
impulse a avanzar en el camino de la Verdad suprema, a inspirarse en los nobles
ideales espirituales de los que la vida de Amma es un ejemplo perfecto.
Los editores
Fuente: no-dualidad
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