La moringa, Moringa oleifera, es un
árbol originario de la India que a día de hoy se cultiva en Asia, África,
América e incluso en Europa. Muy utilizado en alimentación y belleza por sus numerosas
propiedades terapéuticas y su alto poder antioxidante, destaca también el
aporte de aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra
que contiene.
Usos
Del árbol de la moringa, al que
también se conoce como el “Árbol de la vida”, se pueden utilizar varias partes:
las semillas, hojas, raíces, frutos y flores. A continuación vamos a nombrar
los usos más comunes de este árbol:
Fruta: la moringa puede ser consumida
como alimento, de manera cocida.
Semillas: se pueden tomar tostadas,
constituyendo un snack perfecto y saludable para picar entre horas así como un
recurrente aderezo para algunos platos como ensaladas.
Hojas: son ricas en vitamina C y en
hierro. Se pueden utilizar como aliño para algunos platos, quedando
especialmente bien con preparaciones frías y ensaladas. También se pueden
encontrar en forma de infusión.
Polvo: (normalmente de hoja) es muy
consumida gracias a la facilidad de su uso y a sus grandes propiedades, lo que
la hace ideal para ser incluida como suplemento en smoothies, zumos, cremas o
salsas.
Aceite de moringa: es nutritivo y de
gran poder hidratante, una opción ideal para cuidar nuestro cabello y piel.
Propiedades
La moringa es muy conocida gracias al
alto poder antioxidante de sus hojas, sin embargo, sus beneficios van más allá
pues es conocida por sus propiedades medicinales y por la gran variedad de usos
terapéuticos y nutricionales. Conócelos aquí:
Alto contenido en vitaminas B, C y
hierro, lo que la convierte en un alimento que se puede utilizar para ayudar en
el tratamiento y la prevención de la anemia ferropénica, una de las anemias más
comunes que se manifiesta con la falta de hierro.
Además de tener un alto poder
antioxidante, tiene acción antidislipidémica, lo que tiene un efecto
beneficioso en personas con colesterol alto ya que actúa como favorecedora de
las funciones del corazón.
Grandes propiedades analgésicas y
antiinflamatorias, estando especialmente indicada para mejorar los dolores
provocados por artritis.
Alivio de las dolencias gástricas, pudiéndose
utilizar para ayudar a calmar ardor de estómago, gastritis e incluso para
regular el estreñimiento.
Por su poder antioxidante, las hojas
de moringa poseen acción antidiabética o antihiperglucemiante, ayudando a
reducir los niveles de azúcar en sangre de personas con diabetes II.
Beneficiosa para aliviar las
alteraciones endocrinas, concretamente las relacionadas con el tiroides.
La moringa es beneficiosa para luchar
contra los hongos al reforzar el sistema inmunitario.
Acción cicatrizante con grandes
efectos, así como sus beneficios contra la hipertensión.
Contraindicaciones
El consumo de moringa como sustancia
natural para ayudar a combatir afecciones metabólicas y de tipo nervioso, debe
ser consultada antes por tu especialista médico para evitar posibles
incompatibilidades o contraindicaciones al tomarla. Veamos algunas
circunstancias en las que hay que prestar más atención:
Embarazo: el excesivo uso de la
moringa está contraindicado durante el embarazo, debido a sus altos índices de
vitamina A, cuyo uso en grandes cantidades podría causar incluso abortos.
Diarrea: el consumo excesivo de
moringa, especialmente si se toma en ayunas, puede producir diarrea o náuseas
debido al poder laxante de esta.
Aumento de glóbulos rojos: el consumo
de moringa favorece el aumento de los glóbulos rojos de la sangre, pudiendo
provocar la enfermedad contraria a la anemia, policitemia.
Insomnio: debido a su poder
energético, se recomienda tomar la moringa por las mañanas ya que de lo
contrario podría causar pérdida de sueño.
Fuente: Farmacia Bio
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