¿Por qué debemos
conocer las intenciones de la geoingeniería en el planeta? Este es el plan para
combatir el cambio climático que muchos no conocen.
Científicos, políticos
y financieros se han unido para discutir una idea que supuestamente serviría
para enfrentar el cambio climático. Reconocida bajo el término de
“geoingeniería”, esta estrategia contempla la manipulación del sistema
climático planetario por parte de unos cuantos, además de no considerar las
posibles consecuencias ambientales y geopolíticas.
Para aceptar el
desarrollo de la geoingeniería hace falta un acuerdo internacional. La razón es
clara: unos pocos no pueden decidir cambiar el planeta sin escuchar a todos los
demás. Incluso es incómoda la idea de que el ser humano se crea abiertamente libre
para manejar el curso de la Tierra y sus recursos.
Sin embargo, es claro
que la desesperación yace debajo de esta estrategia. Conforme el tiempo avanza,
se hace visible la posibilidad de que no logremos reducir a tiempo las
emisiones de dióxido de carbono. Diversos eventos catastróficos pueden tener
lugar si no se consigue equilibrar el clima, y lo que algunos piden es tiempo
para enfriar el planeta.
Las 2 caras de la
geoingeniería
Cada vez más
investigadores realizan simulaciones con el fin de proponer experimentos con el
medioambiente. El objetivo es crear técnicas especialmente diseñadas para
alterar el clima. Incluso, algunos legisladores ya han discutido el papel que
podrían desempeñar estas tecnologías. Sin embargo, dos problemas rodean el
desarrollo de la geoingeniería: uno, la urgencia de unos pocos por controlar el
planeta; dos, las consecuencias que podría atraer alterar el curso de la
naturaleza.
Los objetivos
principales de esta propuesta son aspirar tanto dióxido de carbono como sea
posible para acumular menos calor, y reflejar más luz solar para que el planeta
no absorba tanto calor. Pero esta no es una idea nueva, desde 1965 los expertos
ya consideraban estas técnicas para disminuir el efecto de las actividades
humanas.
En una mirada general,
resulta revelador entender que la geoingeniería no resolverá la crisis
climática. Más bien, tan sólo apagará por un momento el efecto de las
emisiones, pero el problema de raíz continuaría. Nos ha causado molestia tener
que reducir los combustibles fósiles y en lugar de buscar alternativas para no
depender de ellos, se buscan excusas para mitigar su impacto.
Además, debemos
considerar que la geoingeniería únicamente considera las emisiones y no los
demás problemas climáticos, como la acidificación. En conclusión, la
geoingeniería compensa los problemas, pero nos los resuelve. Si la humanidad
entera (y no sólo una parte) decide controlar el clima, se necesita saber
exactamente los riesgos y efectos que eso implicaría.
Paremos un poco y
analicemos lo que el ser humano se está planteando: ¿realmente preferimos
controlar y manipular el planeta a cambio de no sacrificar nuestro consumo
excesivo? Con el sistema de geoingeniería, queda muy lejos la probabilidad de
solucionar el desequilibrio climático.
Fuente: ECOOSFERA
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