Como sabemos, las
plantas medicinales tienen multitud de propiedades beneficiosas para la salud,
y la efectividad de estas propiedades depende en muchos casos de la forma en
que se manipulan sus principios activos. Cuanto más 'natural' consumamos la
planta, mejor, ya que el principio activo permanecerá intacto y con todo su
potencial y no estará alterado con otras sustancias químicas externas, pero
entonces ¿cual es la mejor manera de aprovechar las propiedades de las plantas
medicinales?
Podemos consumir las
plantas medicinales de muchas maneras diferentes, y la mayoría son más
saludables que en forma de pastilla o cápsula. Por ejemplo podemos consumirlas
frescas o desecadas para elaborar infusiones, para elaborar tónicos, o jabones
naturales, sus semillas y hojas para aderezar ensaladas o postres o en molidas
en forma de especias. Pero cuando necesitamos aprovechar todo su potencial y
principio activo puro para obtener resultados rápidos, sin duda las titnturas,
junto con los aceites esenciales puros, son la mejor manera de consumir plantas
medicinales.
¿Cómo se elabora una
tintura?
La tintura, también
llamada tintura madre, de una planta se obtiene después de dejar macerar la
parte más aprovechable de la planta durante días en alcohol y agua. En tinturas
de alta calidad se utiliza la planta fresca, no desecada, sumergiendo la parte
de la planta donde reside mayor cantidad de principio activo, es decir
dependiendo de la planta en concreto, se utilizarán sus hojas, sus tallos, su
raíz, sus semillas... . Después de varios días de maceración, se cuela la
mezcla y se obtiene la tintura con todo el principio activo de la planta en
estado puro y alta concentración, y todas sus propiedades medicinales listas
para consumir.
Se necesita mucha
cantidad de planta fresca para obtener unas gotas de aceite esencial y unos
mililitros de tintura, por ejemplo, se utiliza aproximadamente 1 kilo de cola
de caballo para obtener una tintura de 50 ml. Analizando un poco este dato,
enseguida nos daremos cuenta de que la efectividad de una tintura es mucho más
elevada que por ejemplo una infusión, así que por eso, cuando necesitamos un
efecto rápido y con resultados más inmediatos, sin duda debemos optar por la
tintura.
¿Cuando usar un aceite
esencial y cuando usar una tintura?
Aceites esenciales: vía
externa
Los aceites esenciales
puros son la esencia pura de la planta, el extracto de la planta, donde reside
su principio activo. Dada su alta concentración no se recomienda ingerirlos ya
que sin supervisión de un profesional pueden resultar tóxicos, y siempre se
recomienda utilizarlos por vía externa para masajes, friegas, inhalaciones,
etc... Los aceites esenciales se utilizan en forma de gotas, aplicándolas
directamente sobre la piel o añadiendo unas gotas en cremas o aceites base
(almendras, jojoba, coco...). Algunos de los aceites esenciales más utilizados
son: Eucalipto, Árbol de té, Limón, Lavanda, Pino, Salvia...
Tinturas: vía interna
Cuando necesitamos
ingerir la esencia de la planta medicinal podemos hacerlo ingiriendo su tintura
administrándola en gotas.
Existen tinturas puras
muy eficaces y que sin duda te recomendamos:
tintura de cola de
caballo: para la retención de líquidos y reducir volumen
tintura de cardo
mariano: recupera el hígado y depura el organismo después de excesos o
tratamientos agresivos
tintura de harpagofito:
para reducir la inflamación en caso de artrosis o lesiones musculares
tintura de hinojo: para
mejorar la digestión y aliviar o prevenir los gases
tintura de alcachofa:
para depurar, evitar la retención de líquidos y reducir volumen
tintura de pasiflora:
para relajarse y combatir el insomnio
tintura de gingseng:
para aumentar la resistencia y la fuerza, aliviar el cansancio y mejorar el
ánimo
tintura de vid roja:
para mejorar la circulación sanguínea, varices, hemorroides, piernas
cansadas...
tintura de equinácea:
mejora el sistema inmunológico y ayuda a combatir los resfriados, fiebre, gripe,
etc...
tintura de própolis:
aumenta las defensas de tu organismo, lo fortalece y previene enfermedades
tintura de ginkgo
biloba: mejora la circulación sanguínea cerebral, mejora la memoria y previene
mareos, vértigos, trombos, etc...
tintura de uña de gato:
mejora el sistema inmunológico y ayuda a combatir enfermedades y estados
carenciales
tintura de sabal:
indicada para controlar la incontinencia y los problemas de la próstata
(prostatitis)
tintura de espino
blanco: reduce el colesterol en sangre y reduce la hipertensión
También existen
tinturas mixtas, basadas en diferentes combinaciones de plantas medicinales, te
recomendamos:
tintura Pulmoplan:
favorece la expectoración y alivia dolencias respiratorias (tomillo, pino,
malvavisco, drosera, eucalipto...)
tintura Femiplan:
alivia los trastornos menstruales y derivados de la menopausia (actea,
valeriana, diente de león, salvia, abedul...)
tintura Dermaplan:
ayuda a recuperar el equilibrio y la salud de la piel (bardana, cardo mariano,
té verde, olmo, ortiga...)
tintura Calmoplan:
reduce la ansiedad y el insomnio (valeriana, pasiflora, melisa, tila, avena...)
tintura Transiplan:
regula el tránsito intestinal y alivia el estreñimiento (sen, alcachofa,
manzanilla, enebro...)
Se administran en forma
de gotas, por ejemplo 30 gotas de tintura de diente de león disueltas en agua o
en una infusión, tomado en ayunas nos ayudará a eliminar líquidos durante todo
el día. Se suelen realizar tratamientos de 10 días aproximadamente, pudiéndose
repetir el tratamiento las veces necesarias, dejando una semana de descanso
entre uno y otro.
Fuente: El Herbolario