– Estimula la pérdida de grasa;
– mejora el funcionamiento del metabolismo;
– incrementa los niveles de testosterona;
– mejora la salud tanto del cabello como la piel;
– aumenta los niveles de esperma;
– estabiliza la circulación sanguínea;
– ayuda al recuperamiento de una lesión muscular;
– mejora el sueño;
– reduce las recaídas en el sistema inmunológico.
Si bien los baños con agua fría pueden ser realmente
incómodos –e incluso doloroso–, los beneficios comienzan sutilmente hasta
evidenciarse en actividades como el ejercicio, sueño, estado de ánimo,
reacciones psicológicas, entre otros. De hecho, de acuerdo con numerosos
estudios, los baños fríos tienen una fuerte influencia en la psique; tales como
las que compartimos a continuación:
– Fomenta la perseverancia, voluntad y la disciplina
Los baños fríos son un ejercicio de voluntad, que a su
vez cultiva otros valores humanos como la empatía, la amabilidad, la disciplina
y la perseverancia. De alguna manera la disciplina y la voluntad son la clave
para alcanzar cualquier objetivo en la vida. Es así que los baños fríos ayudan
no sólo a fortalecer los músculos, también a forjar un hábito de continuidad y
trabajo constante; por lo que facilitan la voluntad en acciones como dejar de
fumar, consumir menos comida basura, alcohol o cafeína, procrastinar menos,
entre otras.
Además, brindan una sensación de energía y enfoque después
de cada baño.
– Promueve la tolerancia
De acuerdo con la premisa budista, es indispensable estar
cómodo con la incomodidad; por lo que al poner en práctica, como un hábito, los
baños fríos proveen un sentido de tolerancia en torno con lo incómodo. Así como
en la meditación, la meta es experimentar cada sensación temporal –buena o
mala– hasta que se vaya con el tiempo; de modo que se entrena a la mente a no
reaccionar a los cambios corporales. Con la suficiente práctica, esta
tolerancia se expanderá hacia otras áreas de la vida y facilitará el control
sobre el cuerpo y sus reacciones casi irracionales. Eso incluye la actitud ante
el estrés durante el trabajo y la escuela, pues si bien no se puede controlar
el medio ambiente, se puede controlar la reacción de uno frente al estímulo
estresor.
– Impulsa a la aceptación
La aceptación ante los cambios irrevocables de la vida no
sólo reduce significativamente la experiencia del sufrimiento, también
incrementa la experiencia de agradecimiento por lo vivido para recibir algo
mejor. De manera que si bien los baños fríos pueden ser incómodos al principio,
permiten desarrollar una tolerancia al respecto, que resulta en la aceptación
trascendental –la cual conlleva a la aceptación de varios cambios en la
vida–.
Fuente: Ecoosfera
Entramos en un circulo de confot, que nos alejo de la naturaleza, nos llevo a priorizar lo que nos da mas placer que lo saludable. Asi paso con el baño frio. No se trta de sufrir en la ducha. Se trata de recuperar la coherencia. No es necesario estar media hora bajo la ducha, desperdiciando agua. El agua tibia es agradable y puede ser necesaria en invierno. Pero nos acostumbramos al agua recaliente, en invierno y verano. Asi se perdio los beneficios del baño. La temperatura debe ser la que nos permita bañarnos con comodidad, sin exageraciones. El poder de la television covencio y el cine tambien, a la humanidad que bañarse con agua caliente relaja y es gratificante. Aprendi en mi hogar paterno a valorar los beneficios del baño, dando al agua la temperatura necesaria de acuerdo a la estacion y aprendi a disfrutar del agua fresca. Estas costumbres que el consumismo nos impuso, son las que tenemos que desaprender y recuperar nuestra vida humana. Olga Susana Benavidez
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