Acercarnos a las personas no se aprende en un colegio. Es un
gesto y acción instintivo con contenido social que todos poseemos desde que
nacemos. Nos buscamos y nos acercamos unos a otros, por supervivencia y por la
necesidad de amor y cariño, durante toda la vida. ^ Pero que sucede cuando la
humanidad cambia y los acercamientos personales, profundamente conectados,
cálidos y sintonizados tienden a desaparecer, y en su lugar prolifera la fast
comunication que se caracteriza por la ausencia de conexión y comprensión. ¿En
qué se convierte la humanidad?. Podríamos vernos, en un futuro no muy lejano,
estableciendo acercamientos automatizados? Todo esto nos lleva a replantear la
conexión que establecemos en las acciones comunicativas con otras personas e
incluso con nosotros mismos y con el entorno. A tal punto de cuestionar la
existencia real de una conexión profunda y verdadera. Esto me genera otra
pregunta: ¿Cuánto tiempo es necesario para establecer una comunicación
conectiva?. ¿Es posible en segundos llegar a conectar profundamente durante una
comunicación, saber como siente y piensa el otro, el entorno e incluso yo
misma; escuchar activamente, reflexionar, comprender desde la compasión y
responder con una acción totalmente acertada y amorosa? Os confirmo que sí!.
Por ello acercarnos desde una comunicación conectiva y profunda es la mejor
manera de comenzar. ¿Qué esperas?
Adriana Paola Boldrini Camponovo
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